Héctor Alejandro Cabrera Fuentes, un especialista en biotecnología, fue detenido el 16 de febrero en Miami (sureste de EE.UU.) acusado por el Departamento de Justicia de ese país de espiar para un funcionario del Gobierno ruso.
“Héctor está sufriendo persecución científica, porque su ánimo siempre ha sido que la gente del Istmo de Tehuantepec (sur) mejorara sus condiciones de vida, con sus nuevos descubrimientos y tratamientos”, ha dicho este sábado a la agencia rusa Sputnik su colega Hazael Matus, el médico y actual alcalde del municipio El Espinal, en el estado de Oaxaca (sur de México).
Según el Departamento de Justicia de EE.UU., el científico mexicano habría viajado a Rusia para hacer preparativos de vigilancia, y en febrero de 2020 se habría reunido de nuevo en Moscú con un funcionario del Gobierno de dicho país.
Cuando lo detuvieron, Cabrera era director del Centro de Biotecnología del Grupo Femsa, en el prestigioso Instituto Tecnológico de Monterrey (norte). Además trabajaba en el principal hospital de cardiología de Singapur, donde residía.
Su colega también ha revelado que el día de la detención querían hablar sobre “el proyecto de centros de investigación, sobre los costos de los terrenos y cinco grandes universidades públicas y privadas interesadas”, pero él no pudo llegar a su cita para conversar sobre el proyecto con importantes autoridades de México.
No es la primera vez que EE.UU. encarcela a científicos de otros países. El iraní Masud Soleimani, afamado investigador de hematología, viajó a EE.UU. en octubre de 2018 para trabajar en la afamada Clínica Mayo, pero, nada más aterrizar en el estado estadounidense de Minnesota, agentes del Buró Federal de Investigaciones de EE.UU. (FBI, por sus siglas en inglés) lo detuvieron. El mismo destino corrieron dos de sus exalumnos.
Tras la detención sin pruebas, sin justificación, sin razón, del científico iraní Soleimani, las autoridades de Irán adujeron que se trataba de un caso politizado y que EE.UU. estaba diseñando y colocando trampas para atrapar y detener a profesores y científicos iraníes.
Soleimani, una vez liberado, habló de las razones de su detención, aduciendo: “Lo que le molesta a Estados Unidos es la ciencia y el progreso de los estudiantes y científicos iraníes”.
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