En la más reciente acción de Washington para elevar la presión sobre el Gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, el Departamento del Tesoro de estadounidense ha anunciado este lunes que impondrá sanciones contra “siete diputados corruptos de la Asamblea Nacional (AN)” por “haber bloqueado el proceso democrático en Venezuela”, incluso Luis Parra, recién proclamado presidente de la AN.
“El Tesoro ha designado a siete oficiales corruptos de la Asamblea Nacional que, en nombre de Maduro, intentaron bloquear el proceso democrático en Venezuela”, ha declarado Steven Mnuchin, el secretario del Tesoro de EE.UU.
Según ha informado el Departamento del Tesoro en un comunicado, en la lista de sanciones también se encuentran José Dionisio Brito, Adolfo Ramón Superlano, Conrado Pérez, Franklyn Duarte (el primer vicepresidente del Parlamento), José Noriega (el segundo vicepresidente) y Negal Morales (el secretario general).
Washington les acusa de “liderar el fallido intento de tomar ilegítimamente el control de la Asamblea Nacional e impedir al presidente interino, Juan Guaidó, y a otros diputados que participaran en una elección requerida por la Constitución”, refiriéndose a lo ocurrido el pasado 5 de enero, cuando Guaidó, que buscaba ser reelecto para el período 2020-2021, fue depuesto de la Presidencia de la AN y el diputado opositor Parra se juramentó como nuevo presidente.
Los partidarios del anterior jefe de la AN, denuncian que Guaidó no pudo participar en la reunión porque las fuerzas de seguridad, la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), supuestamente le impidieron ingresar al hemiciclo.
Parra aseguró que tenía 86 votos, algo que Guaidó calificó como un golpe al Parlamento y una acción fraudulenta. En tanto, Maduro reconoció al diputado como el nuevo jefe de la AN de Venezuela y aseguró que Guaidó quedó fuera de la Presidencia del ente, actualmente en desacato, por una rebelión opositora y votos de los propios diputados opositores.
Venezuela sufre en los últimos años una aguda crisis económica, como resultado de un interminable hostigamiento de EE.UU. que ha usado las sanciones económicas para afectar la vida cotidiana del pueblo venezolano, con una escasez grave de alimentos y medicinas.
Además, desde enero de 2019, cuando el Gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, reconoció al golpista Guaidó como presidente interino de Venezuela, Washington ha endurecido su campaña de presión económica e incluso ha llegado a amenazar a la nación sudamericana con una intervención militar.
El Gobierno chavista de Caracas ha tachado, a su vez, de terrorismo económico las sanciones estadounidenses, pues están repercutiendo negativamente en la población.
Mnuchin ha agregado que “estos y los otros sancionados pueden ver retiradas las sanciones en su contra si se ponen del lado del pueblo de Venezuela y de Juan Guaidó como su legítimo líder”.
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