• El presidente de EE.UU., Donald Trump (dcha.), se reúne con el primer ministro de Israel, Benyamin Netanyahu, en Washington, 5 de marzo de 2018.
Publicada: martes, 6 de marzo de 2018 0:57
Actualizada: martes, 6 de marzo de 2018 22:25

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha manifestado este lunes al primer ministro del régimen de Israel, Benyamin Netanyahu, que está considerando viajar a Al-Quds (Jerusalén) para la inauguración de la nueva embajada que Washington trasladará desde Tel Aviv.

“Muchos presidentes discutían si tomar esa decisión o no, y lo prometieron en sus campañas, pero nunca pudieron hacer lo que deberían haber hecho, así que pude hacerlo yo”, ha enfatizado Trump en su encuentro con Netanyahu, quien visitaba la Casa Blanca, en Washington.

El mandatario estadounidense se refería al anuncio que hizo el 6 de diciembre en el que Washington reconoció a Al-Quds como la capital de Israel y comunicó el traslado de la embajada estadounidense en los territorios palestinos ocupados por Israel desde Tel Aviv a la ciudad santa.

Trump también ha señalado que podría visitar Al-Quds cuando comience el trabajo en la nueva embajada, cuya inauguración se espera sea en mayo. “Estamos analizándolo. Si puedo hacerlo, iré. Podría ir”, ha añadido el republicano.

Muchos presidentes discutían si tomar esa decisión o no, y lo prometieron en sus campañas, pero nunca pudieron hacer lo que deberían haber hecho, así que pude hacerlo yo”, ha dicho el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

 

La decisión de Trump sobre Al-Quds provocó una oleada de críticas en distintos países del mundo, incluso de los aliados más cercanos de Washington, como el Reino Unido. Por su parte, el presidente palestino, Mahmud Abás, lamenta que, con esta medida proisraelí, Palestina ya no considera acreditado a EE.UU. para ejercer de mediador en el proceso de paz.

Una cálida bienvenida en la Casa Blanca y un discurso ante un público receptivo en el Comité de Asuntos Públicos Estados Unidos-Israel (AIPAC, por sus siglas en inglés) podrían distraer momentáneamente a Netanyahu de las denuncias de corrupción en los territorios palestinos ocupados por Israel.

La visita se produce cuando Trump y Netanyahu enfrentan investigaciones políticamente perjudiciales, aunque, el premier israelí se encuentra en una posición mucho más precaria que el inquilino de la Casa Blanca. La policía israelí dice que tiene suficiente evidencia para acusar al primer ministro de soborno, fraude y abuso de confianza en dos casos, y el fiscal general está decidiendo si presenta cargos, un proceso que podría llevar meses.

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