“Me siento muy honrado de haberme reunido hoy con el príncipe heredero de Bahréin, Salman bin Hamad bin Isa Al Jalifa, en la Casa Blanca. Firmamos un acuerdo para la venta de dieciséis F-16 por un valor estimado de 2,3 mil millones de dólares. Un gran estímulo para el empleo y la seguridad en EE.UU.”, escribió el jueves Pence en su cuenta de Twitter.
Salman se encuentra en EE.UU. para impulsar las relaciones entre Manama y Washington. En este marco, se reunió con el presidente norteamericano, Donald Trump. La Casa Blanca detalló que el príncipe heredero había promovido acuerdos comerciales por 9 mil millones de dólares con las compañías durante la reunión con Trump.
Además de la compra de los cazas F-16, ambas partes acordaron extender un acuerdo de cooperación de defensa para los próximos 15 años.
Me siento muy honrado de haberme reunido hoy con el príncipe heredero de Bahréin, Salman bin Hamad bin Isa Al Jalifa, en la Casa Blanca. Firmamos un acuerdo para la venta de dieciséis F-16 por un valor estimado de 2,3 mil millones de dólares. Un gran estímulo para el empleo y la seguridad en EE.UU.”, indica el vicepresidente de EE.UU., Mike Pence.

Antes de sostener el encuentro con Salman, Trump había dicho a los periodistas que Bahréin está “haciendo un montón de negocios” con EE.UU. y “comprando muchas cosas”.
El príncipe heredero aseveró que la visita fue importante para el reino y la relación de 100 años entre los dos países.
Los lazos entre los dos países se han fortalecido tras la llegada de Trump al poder. El primer enfoque de la nueva Administración estadounidense hacia Manama fue instar al Congreso a aprobar una venta multimillonaria de aviones de combate F-16 sin las condiciones de derechos humanos, impuestas por la Administración de Barack Obama. La venta fue suspendida por Obama.
La postura de Trump mostró que su Administración está priorizando el apoyo a uno de los países árabes represores de derechos humanos en la región. La iniciativa también provocó duras críticas de los activistas de derechos humanos.
Bahréin, hogar de la quinta flota de la Marina estadounidense y una base naval británica, es una isla con una población predominantemente chií que está gobernada por una minoría suní. Las fuerzas gubernamentales, ayudadas por EE.UU., Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos (EAU), reprimen las protestas prodemocráticas y detienen a los opositores bahreiníes.
alg/ctl/fmk/rba