Esta es la interpretación que hizo el domingo el senador republicano Lindsey Graham, una de las voces conservadoras más influyentes del Congreso estadounidense, sobre los informes llegados desde Siria, que indican que dos aviones Sujoi Su-22 sirios despegaron de la base aérea de Al-Shairat, en la provincia central de Homs, y bombardearon objetivos cerca de Palmira, horas después de la ofensiva estadounidense.
"Lo que Asad hace al volver a volar desde esa base es decirle a Trump '¡Qué te jodan!'", aseguró Graham en una entrevista concedida a la televisión estadounidense NBC News.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, ordenó la madrugada del viernes bombardear el aeródromo Al-Shairat con el pretexto de que desde ese mismo lugar el Gobierno sirio había perpetrado el martes un supuesto ataque químico en la provincia noroccidental de Idlib.
Lo que Asad hace al volver a volar desde esa base es decirle a Trump '¡Qué te jodan!'", dijo el senador republicano Lindsey Graham.
El senador por Carolina del Sur aplaudió al mismo tiempo el ataque estadounidense a la base siria, y pidió el despliegue de hasta 6000 soldados norteamericanos para participar en las operaciones antiterroristas.
"Necesitan más tropas estadounidenses para acelerar la desaparición del EIIL (grupo terrorista conocido como Daesh en árabe)", dijo Graham, proponiendo a Washington entrenar "a la oposición (siria) para perseguir al presidente sirio Bashar al-Asad".
También sugirió que Trump tiene la autoridad, no necesita al Congreso, para lanzar nuevas ofensivas contra las posiciones del Gobierno sirio por el supuesto uso de armas químicas.
"Él ya tiene esa autoridad", dijo Graham, quien reconoció, sin embargo, que su posición no tiene un amplio consenso en Washington. "Creo que el presidente tiene autorización para usar la fuerza. Asad firmó la Convención sobre la Prohibición (del Desarrollo, Producción, Almacenaje y) del Uso de Armas Químicas. Hay un acuerdo con él para no usar armas químicas", agregó.
Washington hasta el momento no ha proporcionado ninguna prueba de que el Gobierno sirio estuviera vinculado al ataque con gas tóxico en Idlib. De hecho, Damasco niega categóricamente las acusaciones estadounidenses al respecto.
Rusia e Irán exigen una investigación internacional "exhaustiva e imparcial" sobre el ataque químico en Idlib, y acusan a EE.UU. y a sus aliados de tratar de derrocar al Gobierno en Siria con el pretexto de las armas químicas.
Estos dos países también advirtieron el domingo de que están preparados para responder de forma contundente a cualquier agresión o transgresión que se dirija contra Siria, subrayando que Washington cruzó las “líneas rojas” al atacar Siria.
Además, los presidentes iraní y ruso, Hasan Rohani y Vladimir Putin, respectivamente, mantuvieron el domingo un contacto telefónico para abordar el asunto y coincidieron en que el ataque estadounidense fue una agresión en toda regla, “inadmisible”, que debe revisar el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU).
ftm/nii/
