• El expresidente ecuatoriano Rafael Correa, durante una entrevista en La Habana, Cuba, 20 de abril de 2018.
Publicada: lunes, 2 de julio de 2018 6:50
Actualizada: lunes, 2 de julio de 2018 10:30

El expresidente de Ecuador Rafael Correa fue acusado formalmente de ser el autor intelectual del secuestro del exdiputado opositor Fernando Balda en 2012.

Balda presentó el sábado una denuncia ante la Corte Nacional de Justicia en Quito, la capital ecuatoriana, y pidió que el ex jefe de Estado sea juzgado por estos delitos.

“Una vez que el Fiscal ha solicitado a la Corte Nacional la vinculación de Correa como autor de secuestro y asociación ilícita, como acusación particular he interpuesto la denuncia con la que lo acuso formalmente de esos delitos”, indicó el exasambleísta, citado por la agencia española de noticias EFE.

Correa, que reside en Bélgica desde hace un año, tiene que presentarse ante la Corte Nacional hasta este lunes, a las 17:00 horas (22.00 GMT), sino será considerado un prófugo de la Justicia ecuatoriana, y presentarán contra él una orden de detención internacional.

Balda solicitó en su denuncia a la Fiscalía que aborde el caso de su secuestro en Colombia como un “crimen de Estado”, acusando al exmandatario de malversar los fondos y los recursos públicos para llevar a cabo el rapto, que según él, tuvo “fines políticos”.

Una vez que el Fiscal ha solicitado a la Corte Nacional la vinculación de Correa como autor de secuestro y asociación ilícita, como acusación particular he interpuesto la denuncia con la que lo acuso formalmente de esos delitos”, indicó el exasambleísta opositor Fernando Balda.

 

Para profundizar el caso, Balda ha decidido iniciar una campaña informativa nacional e internacional, visitando las sedes diplomáticas de Bélgica en Ecuador para solicitar que denieguen el asilo al expresidente.

La defensa de Correa a su vez, ha solicitado una audiencia de sustitución de medidas para primera hora de la tarde del 3 de julio.

El expresidente ecuatoriano ha rechazado cualquier vinculación en el caso, asegurando que no existen pruebas sobre su presunta implicación en los hechos y que es objeto de una persecución política y mediática, igual a la que sufrió el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.

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