Además estimó el miércoles que tal hecho se considera también un "crédito positivo" para los bancos iraníes cuya calidad de activos contará con un aumento en el comercio e inversión en la era posterior a las sanciones.
Sin embargo, la calificadora Moody’s enfatizó en que aún es necesario que el país persa fortalezca el nivel de su capital bancario y que ponga en marcha reformas estructurales para facilitar el crecimiento en este sector.
Asimismo pronosticó que amplias actividades comerciales bancarias del país persa crearán nuevas oportunidades de negocios regionales relacionados, teniendo en cuenta que también más de la mitad de las reservas oficiales actualmente congeladas puede ser inyectada para recapitalizar los bancos.

Según Moody’s, tras el levantamiento de sanciones, principalmente bancos occidentales, chinos e indios serían atraídos por la economía diversificada de Irán y su significativo flujo de comercio.
Khalid Howladar, un oficial de alto rango de la agencia, apuntó que el sistema bancario de Irán se basa en la Sharia (ley islámica) y es uno de los más grande entre los que practican la finanza islámica, debido a lo cual se espera un gran impulso en los volúmenes de Sukuk (bonos islámicos).
Según el consenso logrado el pasado 14 de julio entre Irán y el Grupo 5+1 (EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania) las sanciones antiraníes serán levantadas a cambio de algunas restricciones al programa de energía nuclear del país persa.
Las partes implicadas en los diálogos nucleares opinan que poner en práctica el texto del Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés) beneficiará a todo el mundo; cabe mencionar que el secretario norteamericano de Estado, John Kerry, reconoció por su parte el fracaso de las sanciones contra Irán.
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