Según el gráfico del portal Bloomberg, esta cifra alcanzó 1,2 millones de barriles por día durante el mes pasado.
Tiendo en cuenta la demanda de más de 1 millón de barriles de China y la reciente visita del presidente iraní a Pekín, se espera que las ventas de crudo iraní al gigante asiático registren nuevos récords.
Raisi viajó el pasado febrero a China al frente de una delegación político-económica de alto rango y se firmaron 20 documentos de cooperación entre los dos aliados asiáticos en una ceremonia celebrada en Pekín, capital china.
Durante la visita, el mandatario iraní ofreció a China proyectos de inversión por valor de unos 40 000 millones de dólares en su sector petrolero, según informó el adjunto del Ministerio de Petróleo iraní para Asuntos Internacionales, Ahmad Asadzade, quien aclaró que la parte china quiere cooperar con la República Islámica, “a pesar de las opresivas sanciones estadounidenses”.
Entretanto, a principios de marzo, el ministro de Petróleo de Irán, Yavad Oyi, afirmó que las exportaciones de petróleo y condensado de Irán habían aumentado en un promedio de 0,57 millones de bpd el año pasado en comparación con 2021.
Las cifras de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) confirmaron en enero una tendencia al alza registrada en la producción de petróleo iraní en 2022.
Todo a pesar de que, desde 2018, cuando EE.UU. se retiró del acuerdo nuclear firmado en 2015, de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés), Washington aplicó una política de “máxima presión” contra Irán y prometió reducir a cero las exportaciones de petróleo del país persa.
msm/ctl/hnb