Eurostat informó a través de su página web que tal estabilidad en la economía de la Unión Europea (UE) se debe principalmente al aumento del consumo en los hogares, y por ello, el dato del producto interior bruto (PIB) también fue positivo de julio a septiembre en toda la Unión con un avance del 0,4 por ciento.
La oficina recordó que el PIB corregido según las variaciones estacionales subió también un 0,3 por ciento en la zona del euro, y 0,4 por ciento en los 28 en el segundo trimestre del año.
En comparación con el tercer trimestre del año anterior, el PIB creció el 1,7 por ciento y el 1,9 por ciento, respectivamente.
Como preveían la mayoría de analistas, el crecimiento trimestral en los países del euro se mantuvo estable respecto al segundo trimestre, aunque bajó ligeramente comparado con el primer trimestre de 2016, y el último de 2015 (ambos 0,5 por ciento).
En términos anuales se mantuvo el mismo porcentaje de crecimiento del PIB respecto al resto de trimestres del 2016, un 1,7 por ciento, si bien decreció si se compara con el cuarto trimestre de 2015, cuando se llegó al dos por ciento.
Por lo que respecta a los componentes del PIB, a lo largo del tercer trimestre, el gasto de consumo final en los hogares de la zona euro aumentó 0,2 puntos porcentuales.
Ese dato se repite tanto en la eurozona como en la UE, mientras que la contribución a la formación bruta de capital fijo fue neutra en ambas zonas. Por último, las importaciones subieron un 0,2 por ciento en la zona euro, y cayeron un 0,1 en toda la UE.
De entre los estados miembros del bloque regional con datos disponibles por Eurostat, los que registraron mayores subidas del PIB fueron Croacia (1,7 por ciento), Eslovenia (uno por ciento), Grecia y Portugal (0,8 cada uno). El PIB español subió en el tercer trimestre 0,7 por ciento, y un 3,2 por ciento en términos interanuales, mientras que, en septiembre la deuda pública española se situaba en el 100,5 % del PIB, según datos del Banco de España.
krd/lvs/nii/