“La continuación de este proceso [ataques turcos contra combatientes kurdo-sirios] ayuda al regreso de la inestabilidad y los terroristas a Siria”, ha manifestado el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Bahram Qasemi, para después pedir el término inmediato de esta operación, bautizada ‘Rama de Olivo’.
El vocero de la Cancillería iraní ha declarado, asimismo, que el Gobierno de Turquía debe revisar su medida respecto a la crisis siria y le ha sugerido que presente sus exigencias en torno al país árabe en los diálogos sirios de Astaná (capital de Kazajistán).
Las fuerzas turcas están atacando desde el pasado 20 de enero a las milicias de YPG, considerándolas cómplice del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, por sus siglas en kurdo), que se encuentra en la lista de ‘terroristas’ de Ankara. La operación es tajantemente condenada por parte de Damasco.
La continuación de este proceso [ataques turcos contra combatientes kurdo-sirios] ayuda al regreso de la inestabilidad y los terroristas a Siria”, dice el portavoz de la Cancillería iraní, Bahram Qasemi, en relación con la operación turca contra combatientes kurdo-sirios en el noroeste del país árabe.
En otra parte de su conferencia de prensa semanal, Bahram Qasemi ha confirmado la participación de Irán en una cumbre sobre la reconstrucción de Irak tras la derrota del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) que se celebra en Kuwait.
En este sentido, el diplomático persa ha recordado que el nivel de cooperaciones entre Teherán y Bagdad no se limita a las conferencias de este tipo, pues ha hecho alusión a las colaboraciones bilaterales en la lucha antiterrorista.
La República Islámica de Irán desempeña un papel efectivo en la resolución de las crisis en Siria e Irak: ha enviado asesores militares a ambos países —por petición de sus respectivos Gobiernos— para ayudarles en el campo de batalla. En caso de Siria, lidera junto a Moscú y Ankara las conversaciones de Astaná.
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