El despliegue en la Antártida fue aparentemente uno de los principales objetivos de una misión reciente de la 86.ª flotilla, compuesta por el destructor Dena y el buque base avanzado Makran, que regresó al país hace unos días después de realizar un viaje alrededor del mundo, informa la agencia de noticias local Tasnim.
La Antártida es una de las regiones estratégicas más importantes del mundo, donde unos 30 países, incluido Rusia y Estados Unidos, tienen 70 centros de investigación activos.
“La presencia en la Antártida es importante desde varios aspectos científicos, legales y políticos, geoestratégicos y económicos, y esta región en el futuro será un tema importante en el ámbito internacional”, citó el medio iraní a Abolfazl Saleh, director del centro de investigación de Ciencias Marinas del Instituto Nacional de Oceanografía de Irán.
La agencia de noticias iraní agregó que el establecimiento de una base permanente por parte de la República Islámica de Irán en el Polo Sur para aumentar la profundidad estratégica del país ha recibido mucha atención en los últimos años.
La 86.ª flotilla de buques de guerra ingresó el miércoles a las aguas territoriales de la República Islámica de Irán, luego de navegar 63 000 kilómetros de rutas marítimas durante ocho meses y una circunnavegación al mundo en 360 grados.
La misión denominada ‘360 grados’ se considera el primer viaje alrededor del mundo de la Armada iraní. La flota naval iraní batió el récord de distancia que una flotilla iraní ha navegado en aguas internacionales y cruzó el Estrecho de Magallanes, la región más cercana al Polo Sur, durante su misión. Uno de sus objetivos era probar la resistencia del casco acero del destructor Dena en aguas frías.
Los dos buques de guerra iraníes zarparon desde la ciudad portuaria de Bandar Abás, en el sur de Irán, el 20 de septiembre de 2022, pasaron por las costas de Chile, Argentina, Uruguay y Brasil, fondeando finalmente en el puerto brasileño de Río de Janeiro, coincidiendo con el 120.º aniversario del establecimiento de relaciones entre Irán y Brasil.
Los buques Dena y Macran (el buque más grande de la Armada de Irán) fueron una espina en el ojo de Estados Unidos desde que iniciaron su misión, cuando desafiaron los avisos de Washington navegando por las aguas de América Latina, el llamado “patio trasero” del país norteamericano. En esta línea, el Tesoro estadounidense agregó en febrero los dos buques a su lista de embargos, medida que ni siquiera frenó la travesía de la flotilla.
Después de establecer tres comandos oceánicos en los océanos Índico, Pacífico y Atlántico, la Armada iraní busca expandir su actividad y presencia en las aguas internacionales a fin de velar por la seguridad de las rutas navales.
Sin embargo, Irán ha asegurado que ese desarrollo obedece a una doctrina defensiva y no representa amenaza alguna para otros países.
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