Con solo 26 semanas, debería abandonar su hogar en la Franja de Gaza, ya que el régimen sionista ha detenido la entrada de ayuda humanitaria y suministros para los pacientes en los hospitales. Tras esta evacuación, solo 14 de los 36 hospitales en Gaza permanecen parcialmente operativos.
El miembro del equipo auxiliar de Humanidad informa sobre el destino de los pacientes hospitalarios trasladados entre los escombros a otro centro para escapar de la muerte. Los primeros informes indican que 1,000 bebés han fallecido en los últimos dos años en Gaza, y se desconoce cuántos más han muerto por enfermedades prevenibles.
Debido a la frágil situación en el enclave palestino, UNICEF declara que las madres y los recién nacidos en Gaza enfrentan condiciones extremas. El hospital Naser, en el sur del enclave, está desbordado por la llegada masiva de pacientes y la escasez de recursos médicos, por lo que califica la situación como tensa.
La ONU alerta sobre las condiciones extremas que enfrentan en el sur: bombardeos constantes sobre campamentos, viviendas y mercados llenos de gente. Familias enteras duermen a la intemperie, entre escombros, sin acceso a servicios básicos ni seguridad, con el peligro constante de que los niños sean separados de sus seres queridos. Y aunque las cámaras solo muestran una parte, la realidad es que en Gaza el genocidio continúa y la situación se agrava cada día.
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