El ministro iraní de Defensa, general de brigada Aziz Nasirzade, reaccionó a los informes sobre el despliegue de aviones cisterna estadounidenses en la región, enfatizando que “gran parte de esta actividad es guerra psicológica”.
“Independientemente de si se realizan dichos transportes o no, nosotros, como sector militar, debemos estar siempre preparados para defender nuestro país. Sin embargo, otros sectores de la sociedad no deben verse influenciados por operaciones psicológicas”, indicó el ministro iraní.
El titular de Defensa de Irán aseveró que “las repetidas afirmaciones de que ‘se producirá un ataque’ tienen como objetivo sembrar el desorden en la sociedad y socavar la estabilidad económica; esto es un componente de la guerra”.
Nasirzade enfatizó que la población debe mantenerse alerta ante las campañas psicológicas del enemigo. “Debemos continuar con nuestras vidas, realizar nuestras actividades económicas y asegurar el desarrollo de la sociedad. Si se nos impone una guerra, nuestra obligación como militares es defendernos, y así lo haremos, tal como lo hicimos en la guerra de 12 días, donde obligamos al enemigo a un alto el fuego”, expresó.
En cuanto a la Flotilla Global Sumud, una misión con ayuda humanitaria que fue detenida por Israel en su travesía a Gaza, el ministro de Defensa iraní describió a esta caravana como “un símbolo de la voluntad de la comunidad internacional”, señalando que el trato que Israel dio al convoy demostró que no reconoce límites. “Afortunadamente, el mundo está tomando conciencia de la magnitud de la amenaza que enfrenta, y sin duda veremos más iniciativas similares por parte de la población y la comunidad internacional”, agregó.
Anteriormente, el Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán advirtió que cualquier acción hostil contra Irán o las instalaciones nucleares iraníes, incluida la reactivación de las resoluciones vencidas del Consejo de Seguridad de la ONU (CSNU) y el mecanismo ‘snapback’, conduciría a la suspensión de la implementación del acuerdo con la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA).
El jefe del Comité de Seguridad Nacional y Política Exterior del Parlamento iraní, Ebrahim Azizi, igualmente, afirmó que la política de “máxima presión” contra Irán “nunca tendrá éxito”, asegurando que quienes están detrás de ella “lo lamentarán más que nunca esta vez”.
La guerra de 12 días estalló el 13 de junio cuando Israel lanzó una agresión flagrante y no provocada contra Irán, atacando las infraestructuras civiles, militares y nucleares del país, lo que dejó al menos 1064 mártires, incluyendo altos mandos militares, científicos nucleares y civiles. Más de una semana después, Estados Unidos se sumó a la ofensiva, bombardeando tres sitios nucleares clave del país.
En represalia, las Fuerzas Armadas iraníes atacaron sitios estratégicos en los territorios ocupados palestinos, así como la base aérea de Al-Udeid en Catar, la mayor base militar estadounidense en Asia Occidental, en el marco de la operación “Verdadera Promesa III”, lo que obligó a los agresores a aceptar un alto el fuego el 24 de junio.
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