El 30 de septiembre de 2017 una joven madre haitiana, Joane Florvil, falleció mientras se encontraba detenida por carabineros. En su nombre, todos los años, se exige el fin del racismo estructural y la discriminación.
Este año la marcha estuvo marcada por una grave denuncia que realizó la familia de Julia Chuñil Catricura, activista mapuche desaparecida hace casi 11 meses.
La familia Chuñil denuncia un montaje para culparlos a ellos de la desaparición y piden que se cumplan las medidas cautelares otorgadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, entre ellas, mantener informada a la familia y redoblar los esfuerzos para conocer el paradero de Julia.
Mientras, el caso de Joan Florvil -acusada de un delito que no cometió, separada de su hija lactante y sin posibilidad de defenderse debido a barreras lingüísticas- todavía no alcanza justicia.
Racismo que trasciende las fronteras, al igual que la solidaridad. Para ellos, el racismo es un pilar fundamental del genocidio contra el pueblo palestino.
Proteger a las infancias y a las futuras generaciones de un flagelo que está lejos de desaparecer se hace urgente en un país con pueblos originarios y en el que la población migrante aumenta cada año.
Beatriz Michell, HispanTV
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