“Lamentablemente, durante estos años (Defensa Sagrada), fuimos privados del conocimiento, la experiencia y la ciencia de quienes nos podían ayudar, pero estas privaciones, como las sanciones impuestas a nuestro país, no pudieron detener nuestro progreso”, ha dicho este martes el ministro de Defensa de Irán, el general de brigada Amir Hatami, en una conferencia internacional sobre desminado, celebrada en Teherán, la capital persa.
El titular de Defensa iraní ha criticado a aquellos países que cuestionan y rechazan el poder y el programa defensivo de misiles balísticos del país persa y que buscan por todos los medios evitar que Teherán pueda desarrollar dicha tecnología.
Mientras algunos países cuestionan el derecho a desarrollar nuestro programa defensivo de misiles balísticos, ha proseguido el alto militar, estas mismas voces críticas permiten a otras naciones, que albergan las más grandes fábricas de armas, abarrotar sin miramiento alguno nuestra región de armas.
Lamentablemente, durante estos años (Defensa Sagrada), fuimos privados del conocimiento, la experiencia y la ciencia de quienes nos podían ayudar, pero estas privaciones, como las sanciones impuestas a nuestro país, no pudieron detener nuestro progreso”, dice el ministro de Defensa de Irán, el general de brigada Amir Hatami.
Para evitar que la industria armamentística de Irán pueda avanzar con normalidad y poder abastecer las necesidades defensivas del país, añade, estos países planifican conspiraciones contra el poder defensivo militar de Teherán, imponiendo sanciones para debilitar en vano dicha industria.
Sin embargo y pese a estos impedimentos, Hatami ha destacado, que hoy en día la industria iraní cuenta con unos muy cualificados ingenieros capaces de diseñar y crear las mejores armas para poder usarlos en una eventual agresión foránea al país persa y ha subrayado que estas habilidades ponen de relieve la ineficacia de las sanciones contra Teherán.
Estados Unidos desde que abandonó unilateralmente el acuerdo nuclear suscrito en 2015 entre Irán y el entonces Grupo 5+1 (EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania) e impuso sanciones económicas contra Teherán ha presionado a muchos países para que le secundan y entorpezcan la buena marcha de la industria de armas de la nación persa.
En los últimos años, Irán ha experimentado un gran avance en la fabricación nacional de herramientas militares, lo que ha permitido la autosuficiencia de las Fuerzas Armadas del país.
Irán recuerda que la doctrina de defensa de la República Islámica se basa completamente en la disuasión, por tanto, asegura que su poderío militar no representa amenaza alguna para los países de la región del oeste de Asia ni para los demás.
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