“Analizamos las coyunturas regionales, fortaleciendo nuestro apoyo mutuo y solidaridad, y ratificamos nuestro compromiso de defender la verdad de nuestros pueblos en la ONU, frente a la propaganda política occidental”, aseveró el canciller venezolano, Yván Gil, tras reunirse con su homólogo iraní, Seyed Abás Araqchi, en los márgenes de la Asamblea General.
El funcionario subrayó que Caracas y Teherán consolidaron en el encuentro su “sólida amistad” y “alianza política”, así como un “compromiso de desarrollo estratégico” entre ambas naciones.
La reunión se celebró en un contexto de alta tensión entre Venezuela y Estados Unidos, que mantiene un despliegue naval en el Caribe bajo el pretexto de combatir el narcotráfico, mientras Caracas denuncia que se trata de un plan de “cambio de régimen”.
Washington ha reconocido el hundimiento de cuatro embarcaciones y la muerte de al menos 17 personas durante dichas operaciones, vinculándolas al tráfico de drogas.
En paralelo, Gil instó a los países de América Latina y el Caribe a ser “punta de lanza” contra lo que calificó como la “locura” de Estados Unidos, en su intervención en el XXVI Consejo Político de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América.
Desde agosto, la tensión entre Estados Unidos y Venezuela ha llegado a su punto más crítico tras el despliegue de más de 4000 efectivos cerca de las costas venezolanas, junto a ocho barcos militares con misiles y un submarino de propulsión nuclear, además del envío de diez aviones de combate F-35 a una base aérea en Puerto Rico.
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