“Planeamos entregar un destructor y un submarino a la Armada en un futuro próximo y también revelaremos nuevos logros en ámbitos de la defensa aérea, la fuerza terrestre y la fuerza aérea”, ha declarado el coordinador adjunto del Ejército iraní, el contralmirante Habibolá Sayari.
En declaraciones formuladas este martes en Teherán (capital persa), Sayari ha resaltado que la República Islámica ha conseguido importantes logros en la fabricación de diferentes armas y equipos militares.
A pesar de las duras sanciones impuestas por el Gobierno estadounidense, presidido por Donald Trump, contra Irán, el país persa ha logrado ser autosuficiente en los ámbitos militar y científico, ha agregado.
Planeamos entregar un destructor y un submarino a la Armada en un futuro próximo y también revelaremos nuevos logros en ámbitos de la defensa aérea, la fuerza terrestre y la fuerza aérea”, declara el coordinador adjunto del Ejército iraní, el contralmirante Habibolá Sayari.
Ante esta situación, el alto comandante persa ha hecho hincapié en que los enemigos no pueden detener el desarrollo de Irán lanzando una guerra psicológica en su contra.
Por su parte, el viceministro iraní de Defensa y jefe de la Organización de Industria Marítima de la referida Cartera, el contralmirante Amir Rastegari, indicó el pasado agosto que los expertos y técnicos militares de la industria naval de Irán cuentan con la tecnología necesaria para la construcción de diferentes clases de submarinos que puedan navegar en las profundidades del océano y diversas rutas marítimas para interceptar al enemigo.
Esta misma jornada, Irán ha presentado un nuevo vehículo blindado, resistente a las minas y protegido contra emboscadas, llamado Tufan (tormenta), de fabricación nacional, que será entregado a la Fuerza Terrestre del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI).
Mientras tanto, Irán ha asegurado ya en reiteradas ocasiones que la doctrina de defensa de la República Islámica se basa completamente en la disuasión, por tanto, destaca que su poderío militar no representa amenaza alguna para los países de la región del oeste de Asia ni para los demás.
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