• El canciller de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, durante un acto de solidaridad en el 80.º período de sesiones de la ONU, en Nueva York, 28 de septiembre de 2025.
Publicada: domingo, 28 de septiembre de 2025 22:44

Desde la ONU, el canciller cubano exige un nuevo orden mundial justo y rechaza la presencia militar de EE.UU. en el Caribe por considerarla una amenaza.

Durante un acto de solidaridad en Nueva York, en el marco de la Asamblea General de la ONU, el canciller cubano, Bruno Rodríguez, centró su intervención del domingo en la grave crisis humanitaria en Gaza.

En este sentido, denunció que “2.2 millones de seres humanos están condenados a morir de hambre”, como consecuencia de lo que calificó como “actos de genocidio, exterminio y limpieza étnica por parte del régimen sionista”.

Rodríguez responsabilizó a Israel por las masacres y acusó al gobierno de Estados Unidos de garantizar su impunidad, al tiempo que criticó la inacción del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) ante la crisis.

El ministro reiteró la posición de Cuba a favor del reconocimiento pleno de Palestina como Estado miembro de las Naciones Unidas y su derecho a establecerse dentro de las fronteras anteriores a 1967.

Convocó a las naciones del Sur a la unidad, subrayando que la prioridad de la ONU debe ser la urgente creación de un nuevo orden internacional, libre del legado colonial y del modelo capitalista insostenible.

Este nuevo orden debe fundamentarse en la soberanía igualitaria, la representación justa de los países en desarrollo, el multilateralismo, la cooperación internacional y el fin de los bloqueos económicos y las medidas coercitivas unilaterales, proponiéndolos como alternativas a la guerra y la explotación.

Intervención militar injustificada de EEUU en el Caribe

En otra parte de su discurso, el jefe de la diplomacia cubana expresó su “profunda preocupación” por la “provocativa, extravagante e injustificada presencia militar en el sur del Caribe”.

En el contexto de la defensa regional, rechazó la narrativa que vincula este despliegue con el combate al narcotráfico, calificándolo, en cambio, como una “amenaza directa y peligrosa de agresión militar contra Venezuela”.

Asimismo, reafirmó el enérgico rechazo de Cuba a la Doctrina Monroe y reiteró su “más pleno apoyo” al gobierno del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, al tiempo que condenó cualquier intento de militarización en una región que ha sido declarada como Zona de Paz.

La Doctrina Monroe, sintetizada en la frase “América para los americanos” y presentada en 1823 por el entonces presidente James Monroe (1758-1831), establecía que cualquier intervención de las potencias europeas en el continente americano sería vista como un acto de agresión que requeriría la intervención de Estados Unidos.

Durante los últimos dos siglos ha centrado la política exterior estadounidense y ha sido utilizada para justificar el intervencionismo en América Latina por todos los medios políticos, económicos y militares al alcance de Washington, con el propósito de asegurar su hegemonía en una región que considera su “patio trasero”.

Objetivo de EEUU es “el derrocamiento del gobierno”

En el núcleo de su discurso, Rodríguez denunció que el verdadero objetivo de la política estadounidense, según un memorando interno de 1960, es “provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno”, haciendo la vida insoportable para el pueblo cubano.

Citando cifras impactantes, agregó que solo dos meses de bloqueo económico representan pérdidas por 1600 millones de dólares, monto suficiente para cubrir las necesidades de combustible del país y poner fin a los apagones.

A pesar de las dificultades, que incluyen el deterioro del transporte, problemas en el saneamiento y servicios de salud insuficientes, Rodríguez afirmó con firmeza que el pueblo cubano “no se quedará de brazos cruzados”.

Ante tal coyuntura, ratificó que Cuba continuará su cooperación médica internacional en 56 países, a pesar de las campañas de calumnias y las presiones provenientes de Washington.

Al concluir, destacó que el imperialismo no puede negar los logros sociales de la Revolución ni quebrantar el espíritu de soberanía y solidaridad del pueblo cubano, asegurando que “no puede hacernos abandonar el camino del socialismo”.

aykhnb