El Partido de los Trabajadores norcoreano ha enviado un mensaje de apoyo al Partido Comunista de China (PCCh, por sus siglas en chino), en el que tacha la reciente visita de Pelosi a Taiwán de un acto de “provocación desvergonzada de Estados Unidos”, ha informado este miércoles la Agencia Central de Noticias de Corea (KCNA, por sus siglas en inglés).
“Esto fue una grave violación de la soberanía y la integridad territorial de China y una imperdonable provocación política destinada a difamar la autoridad del Partido Comunista de China”, se lee en la nota.
Pyongyang ha expresado su “pleno apoyo y solidaridad” al Gobierno chino en todos sus pasos “justos y legítimos” para “rechazar resueltamente las arbitrariedades de Estados Unidos, salvaguardar la integridad territorial del Estado y lograr la causa de la reunificación de la nación china”.
Tilda la visita de la líder congresista a la isla de una “grave violación” de la soberanía china, una “interferencia despiadada en los asuntos internos de un Estado soberano” y una grave amenaza para la paz y la estabilidad regionales, así como un peligroso desafío a la causa socialista de China.
Además, la carta ha condenado la estrategia del Indo-Pacífico de Estados Unidos como un esquema para aislar y sofocar el socialismo de Corea del Norte y China, diciendo que Estados Unidos ha llevado a cabo un “método empedernido” para engañar a la opinión internacional.
A la cabeza de una delegación estadounidense de seis miembros, Pelosi viajó la semana pasada a Taiwán —la isla que China considera una parte integrante de su territorio— y mantuvo una reunión con la presidenta de la isla, Tsai Ing-wen. El arribo de la política norteamericana al territorio taiwanés ha aumentado significativamente las tensiones entre Estados Unidos y China, al tiempo que ha conllevado condenas y rechazos de otros países como Irán, Cuba, Rusia, Venezuela, Siria y Paquistán.
En cuanto a la visita de Pelosi a Taíwán, el Ministerio de Asuntos Exteriores norcoreano ya había advertido que la presencia de la legisladora estadounidense suponía una “imprudente interferencia en los asuntos internos de otro país”.
China, a su vez, como muestra de su descontento por el viaje de Pelosi, inició una serie de ejercicios militares en los alrededores de la isla, convocó al embajador de EE.UU. en China y suspendió varias importaciones agrícolas taiwanesas.
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