Cinco funcionarios estadounidenses, citados el jueves por la cadena local CNN, alertaron que Corea del Norte está preparándose para realizar una prueba nuclear subterránea, la que sería la primera desde 2017.
Para argumentar esa advertencia, las fuentes señalaron que Pyongyang ha reanudado la excavación de túneles y las actividades de construcción en su sitio subterráneo de pruebas nucleares.
Corea del Norte aparentemente destruyó en 2018 al menos tres túneles nucleares, edificios de observación, una fundición de metal y viviendas en su sitio de prueba nuclear Punggye-ri. Esto como muestra de la voluntad expresada por el país asiático para desnuclearizarse, mientras desarrollaba conservaciones con la Administración estadounidense, entonces presidida por Donald Trump, las cuales terminaron en el fracaso por la negativa de Washington a levantar las sanciones como había prometido durante los diálogos.
Desde comienzos de este año, Corea del Norte ha llevado a cabo pruebas de misiles —incluidas de cohetes hipersónicos— a un ritmo bastante elevado.
En enero lanzó un misil balístico de medio largo alcance Hwasong-12, que, según expertos, puede alcanzar el territorio de EE.UU. El 24 de marzo, realizó el primer lanzamiento de un misil balístico intercontinental desde 2017.
Mientras tanto, el líder norcoreano, Kim Jong-un, ha asegurado que su país continuará el desarrollo de sus “formidables” capacidades de ataque para garantizar su seguridad ante las amenazas imperialistas.
Ante ello, el Departamento de Defensa estadounidense (el Pentágono) ha anunciado la intensificación de las tareas de recopilación de inteligencia, vigilancia y reconocimiento en la península coreana y el aumento de la preparación de las defensas contra los misiles balísticos.
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