“El espasmo de Trump en Año Nuevo muestra el estado mental desesperado de un fracasado que no pudo controlar el vigoroso avance del Ejército y del pueblo de Corea del Norte”, dice un artículo del diario oficial del gobernante Partido del Trabajo, Rodong Sinmun.
Con estas palabras, el texto hace alusión al hecho de que Trump advirtiera en la red social Twitter que posee un botón nuclear “mayor y más potente” que el de Kim, para después urgir al inquilino de la Casa Blanca a “abandonar sus intentos para chantajear a Corea del Norte”.
Además, el autor o autores de este artículo han calificado de un “farol” los comentarios de Trump, pues, a su parecer, al hablar de esta manera podría “ser diagnosticado como un psicópata”.
El espasmo de Trump en Año Nuevo muestra el estado mental desesperado de un fracasado que no pudo controlar el vigoroso avance del Ejército y del pueblo de Corea del Norte”, dice un artículo del diario oficial del gobernante Partido del Trabajo, Rodong Sinmun.
Las tensiones entre Pyongyang y Washington han llegado a su máximo nivel después de la llegada al poder de Trump y los insultos que dirige al líder norcoreano como llamarlo “hombre cohete”. Sin embargo, ninguno de estos insultos se quedó sin respuesta por parte de Corea del Norte.
Pero, el origen de estas tensiones es más antiguo y va más allá de la guerra verbal entre los mandatarios de ambos países. EE.UU. y sus aliados regionales realizan con frecuencia ejercicios militares en la región, los cuales son vistos por Pyongyang como una amenaza en su contra.
Por su parte, Corea del Norte ha continuado realizando pruebas nucleares y misilísticas para poder así defenderse de estas amenazas. De hecho, ha conseguido tantos avances en este ámbito que ha asegurado recientemente que sus misiles ya son capaces de llegar al territorio continental de Estados Unidos.
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