• El presidente estadounidense, Donald Trump (drcha.) con su secretario de Defensa, Pete Hegseth, en la conferencia de prensa de la Casa Blanca. 23 de octubre de 2025. (Foto: AFP)
Publicada: viernes, 24 de octubre de 2025 7:53

Trump avisa que, tras los bombardeos a presuntas narcolanchas en el Pacífico, su ofensiva se trasladará “a tierra”, sin precisar dónde se llevarán a cabo las operaciones.

Tras ejecutar el martes y miércoles dos ataques contra presuntas narcolanchas en el Pacífico oriental —que dejaron muertos a dos y tres tripulantes, respectivamente—, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió el jueves que el tráfico de drogas podría desplazarse “un poco más por tierra”, donde las Fuerzas Armadas estadounidenses golpearían “con fuerza”.

Al anunciar su intención de emprender operaciones militares terrestres, aunque sin especificar los lugares, Trump subrayó que el tráfico por tierra sería “mucho más peligroso para ellos”, en referencia a los presuntos traficantes.

“La tierra será lo siguiente”, dijo Trump en un encuentro con la prensa, a donde acudió, entre otros miembros de su Administración, junto con el secretario de Defensa, Pete Hegseth. “Vamos a matar a las personas que traen drogas a nuestro país”, afirmó el mandatario norteamericano.

Sobre una posible incursión en Venezuela, Trump negó haber enviado bombarderos B-1 cerca del territorio venezolano, en respuesta a reportes sobre un supuesto despliegue en la zona publicados inicialmente por el diario The Wall Street Journal. “No, no es correcto. No, es falso”, respondió el presidente al ser consultado al respecto por un periodista en la Casa Blanca.

 

El medio estadounidense había señalado que dos B-1 Lancer habían despegado el juves de la base aérea Dyess, en Texas, para luego volar en espacio aéreo internacional adyacente a Venezuela. El informe, según la fuente, había sido elaborado con base en declaraciones de un funcionario estadounidense y datos de seguimiento de vuelos, pero fue desmentido por el presidente estadounidense.

Esto ocurre después de que, la semana anterior, la Aviación de Estados Unidos realizara lo que describió como “una misión de demostración de ataque con bombarderos” en el área de responsabilidad del Comando Sur. Además, el 15 de octubre, tres bombarderos B-52H Stratofortress sobrevolaron frente a las costas venezolanas.

 

 

Desde septiembre pasado, el Gobierno de Trump ha llevado a cabo nueve ataques conocidos contra embarcaciones, en el marco de su despliegue militar en el Mar Caribe y, más recientemente, en el Pacífico oriental, en los que han muerto más de 30 personas, bajo el argumento de que sus fuerzas están destinadas a operaciones antidrogas.

No obstante, tanto Venezuela como otros países de la región denuncian que esta operación forma parte de un nuevo plan injerencista en el Caribe y representa un intento por derrocar al Gobierno de Nicolás Maduro.

Caracas, por su parte, ha reiterado que es víctima de una “agresión armada destinada a imponer un cambio de régimen” y a instaurar un gobierno “títere”, con el fin de “apoderarse del petróleo, el gas, el oro y demás recursos naturales del país”.

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