• El ministro surcoreano de Defensa, Han Min-koo.
Publicada: lunes, 11 de mayo de 2015 6:09

Corea del Sur ha amenazado este lunes con contraatacar de manera despiadada de producirse nuevas provocaciones por parte de Corea del Norte, después de que Pyongyang realizara el pasado sábado un ensayo con un misil balístico submarino.

"[Corea del Sur] cortará completamente la cadena de provocaciones, poniendo en marcha represalias despiadadas". 

"[Corea del Sur] cortará completamente la cadena de provocaciones, poniendo en marcha represalias despiadadas", ha afirmado el ministro surcoreano de Defensa, Han Min-koo, en una reunión de emergencia sobre seguridad entre el Gobierno y el partido gubernamental, Saenuri, y advierte de que el Ejército surcoreano permanece en estado de alerta ante las acciones del país norcoreano.

Corea del Norte informó el sábado de que había realizado con éxito un disparo de prueba de misiles balísticos submarinos (SLBM, según sus siglas en inglés), que se trataría, según los expertos, del primer disparo de prueba de un misil balístico desde un submarino que lleva a cabo Corea del Norte.

Pyongyang realizó el ensayo de lo que se considera "un arma estratégica" a "iniciativa" del presidente norcoreano, Kim Jong-Un. 

Horas después del anuncio, oficiales militares surcoreanos informaron de que Pyongyang había lanzado otros tres misiles anticrucero modelo KN-01 en aguas orientales del país.

Un programa de televisión surcoreano muestra imágenes dadas a conocer por Corea del Norte del lanzamiento de un misil balístico.

 

Por su parte, el portavoz del Ministerio de Defensa surcoreano, Kim Min-Seok, ha instado este lunes a Pyongyang a detener "inmediatamente" el desarrollo de este tipo de misiles, argumentando que supone una "amenaza para la seguridad de la península de Corea y el noreste de Asia".

Los ensayos de Pyongyan se realizaron un día después de que este país amenazara con disparar sin previo aviso a las embarcaciones militares surcoreanas, si seguían violando la conflictiva frontera marítima entre ambos Estados.

El líder norcoreano, Kim Jong-un.

 

La península coreana vive inmersa en una escalada de retórica militar desde la guerra de Corea (1950-1953). Al final del conflicto no firmaron ningún acuerdo de paz, por lo que las dos Coreas permanecen técnicamente en guerra.

La frontera marítima entre ambas Coreas es escenario habitual de enfrentamientos, breves pero violentos. En octubre de 2014, patrulleras de los dos países llegaron a intercambiar disparos de advertencia.

Corea del Sur y Estados Unidos mantienen estrechas cooperaciones militares y celebran periódicas maniobras militares conjuntas. Además, Washington ha desplegado, de manera permanente, cerca de 30 000 soldados en territorio surcoreano.

Pyongyang exige a Corea del Sur y a Estados Unidos que cancelen sus maniobras conjuntas, pues, desde su punto de vista, son un “ensayo de invasión” y amenazan la integridad territorial de Pyongyang.

El pasado jueves, Park Yong Chol, director adjunto del Instituto de Investigación de la Reunificación Nacional de la República Democrática Popular de Corea (PRDC, por sus siglas en inglés), aseguró que Corea del Norte no descarta el uso de armas nucleares contra Estados Unidos si se viera obligada a hacerlo.

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