El exoplaneta en cuestión ya fue descubierto en 2014, como el primer planeta de tamaño similar a la Tierra, de acuerdo con un estudio llevado a cabo por los científicos del Instituto de Tecnología de Georgia (EE.UU.).
El referido cuerpo celeste tiene la misma inclinación axial estable que la Tierra, lo que apunta a un eventual cambio regular de las estaciones y a la estabilidad de las condiciones climáticas en dicho planeta, factor clave para surgimiento y mantenimiento de la vida.
Además, la distancia de este exoplaneta con su sol le permite tener una temperatura moderada necesaria para la existencia de agua en forma líquida en su superficie.
tqi/lvs/hgn/alg