El presidente de Bolivia, Evo Morales, ha llamado este lunes a sus conciudadanos a “estar preparados para lo peor” y ha anunciado acciones inmediatas para atender a las regiones más afectadas.
El anuncio se ha producido en una conferencia de prensa en el Palacio de Gobierno, tras una reunión de emergencia del Gabinete de ministros.
La declaratoria de emergencia nacional está contenida en el decreto supremo 2987, que establece en su primer artículo: “El presente decreto supremo tiene por objeto declarar situación de emergencia nacional debido a la presencia de sequía y déficit hídrico en diferentes regiones del territorio nacional, provocadas por fenómenos climáticos adversos”.
Morales ha indicado que, con esta normativa, alcaldías, gobernaciones y el propio Gobierno nacional “tienen la obligación de movilizar recursos económicos para atender un derecho humano, que es el agua”.
Ha precisado además que decidió suspender su agenda de trabajo para dedicarse exclusivamente a enfrentar este asunto y ha asegurado que, junto a su principal equipo de colaboradores, realizará hoy una visita a las principales represas para verificar la situación real de las reservas de agua.
El mandatario ha llamado a los bolivianos a mejorar sus prácticas de ahorro del agua admitiendo que el problema no podrá ser resuelto a la brevedad y ha advertido que “hay que estar preparados para lo peor”.
Asimismo, ha informado sobre su decisión de conformar equipos de trabajo para atender las principales demandas en todo el territorio boliviano.
La decisión del Gobierno ha sido anunciada un día después de que la Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento (EPSAS) decidió endurecer en La Paz el plan de racionamiento de entrega de agua potable y extender la medida de “ahorro” a dos zonas de la ciudad de El Alto.
El 8 de noviembre, EPSAS comenzó a aplicar el plan de racionamiento con entregas de agua de 12 horas cada 60 horas de corte en 94 barrios, que en muchos casos no se cumplieron y desataron la queja de los vecinos, que ahora hacen largas colas en los barrios afectados esperando los pocos camiones cisterna que hay disponibles en la urbe.
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