• El canciller chino, Wang Yi, en una conferencia de prensa en Canberra (Australia), 8 de febrero de 2017.
Publicada: miércoles, 8 de febrero de 2017 18:45

Pekín ha recomendado este miércoles a Washington que revise la historia de la IIª Guerra Mundial para familiarizarse con la situación del mar del Sur de China.

Lo ha hecho durante una conferencia de prensa en Canberra (Australia) el ministro chino de Asuntos Exteriores, Wang Yi, al ser interrogado sobre el mensaje que China desearía transmitir a Estados Unidos con respecto al asunto del citado mar.

“Como resultado de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), la Declaración del Cairo (de 1943) y la Declaración de Potsdam (de 1945) estipulan claramente que Japón debe devolver a China los territorios anteriormente ocupados, incluidas las islas Spratly”, ha explicado Wang.

Como resultado de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), la Declaración del Cairo (de 1943) y la Declaración de Potsdam (de 1945) estipulan claramente que Japón debe devolver a China los territorios anteriormente ocupados, incluidas las islas Spratly”, evoca el canciller chino, Wang Yi.

El jefe de la Diplomacia chino ha recordado que en 1946, es decir un año después del término de la II Guerra Mundial, Pekín “recuperó” la soberanía sobre el archipiélago “de forma pública y legal” con la “ayuda” del propio Washington.

 

A continuación, Wang ha denunciado que más tarde algunos países ocuparon “ilegalmente” parte de las islas, lo que, a su juicio, fue el comienzo de la “llamada disputa del mar de la China Meridional”.

En este contexto, el ministro ha hecho hincapié en la necesidad de que el conflicto se resuelva a través del “diálogo directo y la consulta” entre las partes involucradas, y de que los países exteriores a la región apoyen los esfuerzos de las partes interesadas para mantener la paz y la estabilidad en el mar en cuestión.

Este es una extensión muy disputada del océano Pacífico. Pekín reclama casi un 90 % de su territorio, en especial la soberanía sobre las artificiales islas Spratly, en una zona cuya soberanía o parte de ella reclaman también Filipinas, Vietnam, Taiwán, Malasia y Brunéi.

Hace un mes, el actual secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson, dijo que EE.UU. debía bloquear el acceso de China a las islas que y la única vía para alcanzar ese objetivo es imponer un bloqueo naval, lo que supondría un acto de guerra.

La tensión persistente entre EE.UU. y China se ha elevado aún más desde la llegada al poder de Donald Trump, quien declaró una guerra “económica” contra el gigante asiático y rompió el tradicional principio de “una sola China” al mantener una conversación telefónica con la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, considerada por Pekín una independentista taiwanesa “radical”.

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