“Reiteramos nuestra histórica y permanente condena al genocidio, a la bárbara política de negación del pueblo palestino… Condenamos todas las salvajes, brutales, masacres que se perpetúan, que se extienden, a vista y paciencia de todo el mundo”, ha subrayado Denis Moncada en la 80.ª Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU).
En este sentido, Moncada ha condenado a Israel, así como las políticas y prácticas de las potencias coloniales, imperiales, neocoloniales y fascistas.
Además, ha ratificado la plena e inequívoca solidaridad y hermandad con Cuba y Venezuela ante las políticas del imperialismo.
“Nicaragua y la Revolución Popular Sandinista nos identificamos plenamente con las batallas, y las victorias indispensables que estamos construyendo, desde estas tierras de libertad, dignidad y soberanía, sabiendo que ni nos vendemos, ni nos rendimos, jamás”, ha agregado.
Ha denunciado y condenado “como pueblos agraviados por la discriminación xenófoba y la barbarie, la brutalidad y la falta completa de compasión con la que hemos sido y somos tratados en países cuya riqueza está construida sobre el expolio y el saqueo de las nuestras”.
El canciller ha resaltado que “en estas circunstancias cruciales de la historia humana se repite la disyuntiva, la dualidad eterna, el conflicto nunca resuelto entre la paz y la guerra, entre la vida y la muerte, entre la pretensión supremacista de aniquilar, someter y apropiarse de nuestras culturas” y el deber de los pueblos de defender sus patrimonios espirituales, sociales y materiales.
“Estos son momentos que nos definen: o estamos por la paz y la vida, o cobardes promotores de la guerra, la miseria y la muerte”, ha resaltado.
Según Moncada, la humanidad exige respeto y paz, así como respeto a todos los acuerdos que se tomaron hace 80 años, cuando fueron creadas las Naciones Unidas con fin de detener las guerras y hacer de la paz firme, duradera, de la justicia, un tesoro y un patrimonio de todos.
“Denunciamos y condenamos, junto a todos los pueblos del mundo, las horrorosas, odiosas y execrables Políticas de criminal bloqueo económico, agresiones con medidas coercitivas, arbitrarias, unilaterales, y las terribles políticas migratorias, que desconocen el derecho humano, que violan los derechos humanos y que son reflejo y espejo del egoísmo y el desprecio de quienes se creen dueños del mundo”, ha aseverado respecto a las políticas de Estados Unidos.
Ha confirmado que “aquí también denunciamos y condenamos la inseguridad, ciudadana y humana, el uso ilícito de pretextos inverosímiles y acusaciones falaces, falsas y estrafalarias, que solo son más injerencia, amenazas de más invasiones y ocupaciones”.
“Denunciamos y condenamos las absurdas manipulaciones con acusaciones disparatadas, descabelladas, desde el pretexto del narcotráfico, que es plaga y comercio de los países ricos, donde habitan millones de consumidores, esos países potencias que alientan a los empobrecidos, a más producción y comercio de sustancias, traficando miserias”, ha añadido.
En otra parte de sus afirmaciones ha recalcado que “denunciamos el hambre como arma de dominio, el abandono, la desnutrición, las enfermedades, el trato indecoroso, impúdico e inmoral contra las familias, las mujeres, los jóvenes, los niños, los adultos mayores, que son vistos cada vez más como estorbo, y desterrados de la vida, promoviendo nuevos exterminios”.
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