• Buques chinos de guerra patrullan el mar de la China Meridional.
Publicada: lunes, 19 de diciembre de 2016 10:35
Actualizada: lunes, 19 de diciembre de 2016 14:46

Con la confiscación del dron sumergible estadounidense, China denunció que los buques y aviones del Pentágono espían regularmente las aguas chinas.

“Navíos y aviones de Estados Unidos han estado realizando actividades cercanas de reconocimiento y vigilancia” en “aguas costeras de China”, ha denunciado este lunes la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Hua Chunying, en una rueda de prensa.

El 15 de diciembre, la Marina china capturó uno de dos sumergibles no tripulados del buque oceanográfico estadounidense USNS Bowditch en el mar de la China Meridional, un aparato, que, según el Departamento de Defensa de EE.UU. (el Pentágono), cumplía tareas de exploración submarina.

Navíos y aviones de Estados Unidos han estado realizando actividades cercanas de reconocimiento y vigilancia” en “aguas costeras de China”, ha aseverado la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Hua Chunying.

“Nos oponemos a ello, pensamos que es una amenaza para la soberanía y la seguridad de China”, ha recalcado la portavoz china, al tiempo que advirtió a Washington de que el gigante asiático seguirá “vigilante” ante este tipo de actividades.

De todos modos, Hua ha apuntado que el incidente está siendo discutido por los canales militares de ambos países y se mostró convencida de que el asunto “se gestionará adecuadamente”.

En otro tono, la portavoz ha criticado el exabrupto del presidente electo estadounidense, Donald Trump, que acusó al Ejército chino de haber robado el dron. “No nos gusta la palabra ‘robar’, porque no es lo que ocurrió”, recuerda.

 

El Ministerio de Defensa chino aseguró que devolverá el dron, aunque recriminó a la parte norteamericana que durante estos días “se haya especulado en los medios de forma unilateral sobre este asunto, que no contribuye en absoluto a una resolución favorable del problema”.

El suceso del dron se produce en momentos de elevada tensión entre China y EE.UU. debido a las disputas por las aguas en el mar de la China Meridional, del que Pekín reclama casi un 90 %.

La relación entre Trump y Pekín comenzó con mal pie debido a la conversación telefónica mantenida por el magnate neoyorquino con la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen (el primer contacto a ese nivel desde 1979), y la política económica que defiende el próximo jefe de la Casa Blanca respecto al gigante asiático.

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