“Es esencial que todos los actos que han provocado lesiones y muerte, tanto por parte de las autoridades como de los manifestantes, sean sometidos a investigaciones independientes, imparciales y transparentes”, señaló el lunes la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, mediante un comunicado.
Haciendo referencia a las protestas que comenzaron el viernes en Santiago (capital chilena) y que con el pasar de los días se han ido extendido a diversas regiones de Chile, Bachelet evitó, no obstante, denunciar, en duros términos, el despliegue de fuerzas militares en la ciudad capitalina y la represión que han ejercido contra los manifestantes.
En la nota que envió desde la sede de su despacho en Ginebra (Suiza), Bachelet, que ostentó la Presidencia de la nación suramericana en dos ocasiones (2006-2010 y 2014-2018), instó, por otro lado, a las partes en conflicto a entablar de inmediato un diálogo para detener “la retórica inflamatoria”.
Sin embargo, en este sentido, la alta titular de Derechos Humanos de las Naciones Unidas no hizo referencia explícita alguna a su sucesor, el actual presidente de Chile, Sebastián Piñera.
Es esencial que todos los actos que han provocado lesiones y muerte, tanto por parte de las autoridades como de los manifestantes, sean sometidos a investigaciones independientes, imparciales y transparentes”, señala la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.
La reciente ola de protestas en Chile estalló cuando se anunció un alza en el precio de los billetes del metro, aunque muy rápidamente las manifestaciones derivaron en un furioso estallido social que denuncia la desigualdad social, las bajas pensiones o el alto precio de los servicios básicos, entre otras cuestiones.
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El Gobierno de Piñera ha confirmado, por su parte, este martes, que ha ascendido a 15 el número de muertos registrados en las protestas, 11 de ellos en la región metropolitana de Santiago.
La blanda postura de Bachelet ante la violencia a la que ha recurrido el Ejecutivo chileno para aplacar a los indignados ha sido objeto de fuertes críticas de diversos movimientos sociales.
Al respecto, la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, enfatizó que la represión del Gobierno chileno violenta los principios del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (CDHNU) y la “dignidad” en Sudamérica.
“¡Silencio ensordecedor de Bachelet ante la terrible represión de la dictadura pinochetista de Sebastián Piñera atenta contra el espíritu de Consejo de DD.HH. de la ONU, desnaturaliza su origen y ofende la dignidad de América Latina! ¡Basta de represión! Alcemos nuestras voces contra la ignominia”, precisó Rodríguez.
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