• Alrededor de 15 mil brasileños toman las calles de Sao Paulo en protesta contra las medidas de austeridad anunciadas por el Gobierno de Dilma Rousseff. 19 de septiembre de 2015
Publicada: domingo, 20 de septiembre de 2015 0:36

Unos 15.000 brasileños, de movimientos izquierdistas, se han manifestado este sábado en la ciudad de Sao Paulo, sureste, contra los recortes anunciados por la presidenta Dilma Rousseff.

Estamos en contra del ajuste fiscal porque afecta principalmente a la clase trabajadora, a la gente sin vivienda y no a los banqueros”, ha dicho uno de los manifestantes.

Estamos en contra del ajuste fiscal porque afecta principalmente a la clase trabajadora, a la gente sin vivienda y no a los banqueros", ha dicho uno de los manifestantes.

Según los medios locales, los manifestantes no sólo coreaban consignas contra el gobernante Partido de los Trabajadores (PT), sino que también denunciaban las políticas de los movimientos derechistas.

Los participantes también portaban pancartas con lemas: “¡Que los ricos paguen la crisis!”, uno de los lemas de la protesta, donde también se llamó a convocar una huelga general.

Uno de los manifestantes ha reiterado que hay tres movimientos con ideología derechista: el primero se manifiesta contra la presidenta, el segundo movimiento protesta contra los oficialistas que le apoyan y por fin el tercero que elige una tercera vía.

El Gobierno de Brasil anunció el lunes nuevos recortes de gastos, que por primera vez afectarán los planes sociales, además de crear un nuevo impuesto.

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff

 

El pasado 10 de septiembre, los principales partidos de oposición brasileños, entre ellos el Partido de la Social Democracia de Brasil (PSDB), promovieron un movimiento a favor de la renuncia de Rousseff.

Después, la dignataria acusó a los sectores más radicales de la oposición de desear un Brasil desastroso. Además aseguró el martes que su Gobierno hace lo imposible por frustrar el golpismo que, desde hace meses, se cierne sobre el país.

Desde marzo de 2014, tras la revelación del escándalo de corrupción de la mayor empresa pública de América Latina, la brasileña Petrobras, en la que se ha registrado el desvío de cerca de 4 mil millones de dólares, el Gobierno de la mandataria brasileña ha sido objeto de grandes críticas de la derecha y también del pueblo.

Sin embargo, el expresidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, considera fuera de lugar un "impeachment" solo porque el país enfrenta problemas económicos.

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