En una entrevista concedida este sábado a la agencia española de noticias EFE, Morales ha destacado que no salió del país por un “fraude” en las elecciones de 2019. El líder indígena ha hecho referencia a algunos aspectos del proceso que lo impulsó a renunciar a la Presidencia del país cuando el ente electoral lo declaró ganador para un cuarto mandato consecutivo en medio de denuncias de fraude que anularon aquellas elecciones.
En 2019 “no hubo fraude” y “la mejor prueba” son los resultados de la elección del año pasado en la que Luis Arce -el candidato de su partido Movimiento al Socialismo (MAS)- venció con más del 55 por ciento de los votos, ha añadido el ex jefe de Estado.
También ha hecho alusión a las elecciones presidenciales de 2020, y admitió que la oposición pudo ir a una “segunda vuelta”, si no se hubieran aplazado dos veces los comicios generales del año pasado por la pandemia.
Morales, que se recupera de la COVID-19, se encuentra en la ciudad boliviana de Cochabamba desde donde coordina con los sectores sociales y de partido la campaña para las elecciones subnacionales del próximo 7 de marzo.
El líder del MAS renunció a la Presidencia de Bolivia el 10 de noviembre de 2019 en medio de un golpe de Estado orquestado en su contra por la oposición, la Organización de los Estados Americanos (OEA) y los Estados Unidos. Tras su salida del país, viajó primero a México y luego a Argentina donde consiguió el estatus de asilado político.
Tras la salida del mandatario, la senadora opositora Jeanine Áñez se autoproclamó presidenta interina de Bolivia, pese a no cumplir con los requisitos constitucionales para ello, lo que provocó protestas masivas de los partidarios de Morales y una brutal represión policial.
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