La destitución de Dina Boluarte deja a Perú en un clima de inestabilidad, con la población desconfiando del Congreso y sus líderes. La llegada de José Jerí como presidente interino, rodeado de escándalos de corrupción, aumenta la preocupación sobre la dirección futura del país.
“Yo creo que el Congreso usó a Dina Boluarte a su medida. Esperó a que promulgara todas las leyes que sus patrones, sus grupos de poder económico, estaban necesitando. Se aprobó la ley de las agroexportadoras, que la exoneración de impuestos, las zonas económicas especiales, la reforma de las AFPs, aunque luego tuvieron que dar marcha atrás, aprobaron la amnistía a los militares y policías, en fin. Ella hizo todo lo que le pidieron y luego la votaron cuando ya era demasiado incómoda, porque cargar con la mochila de una mandataria con 99% de esa aprobación era un costo muy alto para cualquier candidato a la presidencia”, afirmó el sociólogo, Anahí Durand.
Perú vive una grave inestabilidad política, con el país en tensión ante los cambios en el Ejecutivo. La ciudadanía no confía en el Congreso y duda de su capacidad para garantizar una buena gobernabilidad, considera Anahí Durand.
Desde 2016, Perú ha tenido siete presidentes en menos de una década, incluida la reciente asunción de José Jerí, lo que evidencia la profunda inestabilidad política que atraviesa el país y la fragilidad de sus instituciones.
Aarón Rodríguez, Lima
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