• Un musulmán Rohingya espera con otros para recibir ayuda alimentaria en un campo de refugiados en Bangladés, 12 de enero de 2017.
Publicada: lunes, 22 de enero de 2018 3:11

La relatora especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos en Myanmar (Birmania), Yanghee Lee, advierte que las condiciones de vida de los refugiados rohingyas en los campamentos en Bangladés empeorarán en los próximos meses cuando comience la temporada de monzones.

Con la temporada de monzones en Bangladés, los abarrotados campos “serán testigos de derrumbes y podremos ver a un gran número de víctimas”, advirtió la funcionaria en una entrevista concedida a la cadena de televisión catarí Al Jazeera, publicada el domingo.

Lee que hablaba desde el campamento de refugiados de Balukhali en Cox’s Bazar (Bangladés), donde cientos de miles de musulmanes rohingyas viven en una situación infrahumana, advirtió además, sobre el brote de enfermedades que pueden propagarse fácilmente por las lluvias torrenciales.

La funcionaria surcoreana expresó además, su gran preocupación sobre un acuerdo suscrito recientemente por los Gobiernos de Myanmar y Bangladés para repatriar a la minoría musulmana rohingya a sus hogares en el estado birmano de Rajine, de donde huyeron debido a una sangrienta represión militar.

Conforme al pacto Myanmar prometió completar en dos años la repatriación de las más de 650.000 rohingyas que escaparon de la violencia al vecino país de Bangladés. No obstante, Lee dijo que Myanmar todavía no ha propiciado el terreno para el regreso de los refugiados rohingyas.

Antes que nada, ¿a dónde regresarían (los rohingyas)? Han perdido todo su medio de vida, han perdido sus cultivos, han perdido sus campos”, dice la relatora especial de la ONU para los Derechos Humanos en Myanmar (Birmania), Yanghee Lee.

 

“Antes que nada, ¿a dónde regresarían? Han perdido todo su medio de vida, han perdido sus cultivos, han perdido sus campos”, dijo la funcionaria, quien ha recibido múltiples informes sobre la quema por el Ejército birmano de viviendas y cultivos de los rohingyas en Rajine.

Las personas que huyen de la violencia han hablado de una campaña sistemática de asesinatos en masa, violaciones e incendios provocados. Las Naciones Unidas describió la situación como “un ejemplo de limpieza étnica”.

La organización Médicos Sin Fronteras (MSF), informó en diciembre que más de 6700 rohingyas murieron solo en el primer mes que empezó (el 25 de agosto) la represión del Ejército de Myanmar contra esta minoría musulmana.

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