Los soldados birmanos han disparado este sábado contra los rohingyas congregados desde el viernes en el puesto fronterizo de Ghumdhum, el cual no pueden cruzar porque Bangladés les niega el acceso a su territorio.
Los aldeanos huían de la escalada de la violencia tras el estallido de nuevos choques en el estado noroccidental de Rajine, que desde el año 2012 ha sido escenario de una violencia brutal provocada por los extremistas budistas.
Asimismo, cerca de 1000 musulmanes rohingyas han sido detenidos en la frontera con Bangladés, han afirmado este sábado oficiales de seguridad bangladesíes.
Desde el viernes, la situación del estado de Rajine se ha tensado mucho por los combates entre las fuerzas de seguridad y los musulmanes rohingyas, que han cobrado la vida de decenas de personas.
El miércoles pasado, los medios locales informaron de la catastrófica situación que los musulmanes sufren en Zay Di Pyin, uno de los pueblos más poblados del mencionado estado. Dejaron claro que unos 700 musulmanes en el mencionado pueblo llevan casi un mes asediados por los extremistas budistas y no pueden salir para proveerse de alimentos y agua. Incluso se les prohíbe ir al trabajo.
Myanmar, dominado por los budistas, tiene a sus espaldas un largo historial de discriminación y persecución contra los musulmanes. El Gobierno birmano niega la plena ciudadanía a los musulmanes, y los considera como inmigrantes indocumentados de Bangladés, mientras la comunidad internacional y grupos pro derechos humanos rechazan tales argumentos, asegurando que esa minoría musulmana tiene raíces históricas en el territorio birmano.
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