La minoría musulmana Rohingya, entre la espada y la pared. Los miles que han logrado huir de la violencia en Myanmar (Birmania) ahora viven en condiciones miserables en Bangladés.
Entre ellos, niños inocentes que ni siquiera tienen la oportunidad de ir a una escuela digna.
Desde octubre pasado, y debido a la discriminación y violencia sufrida por las autoridades birmanas, unos 65 mil rohingyas han huido hacia Bangladés.
Parece que ahora la comunidad internacional por fin está viendo el sufrimiento de esta minoría musulmana.
EE.UU. se ha sumado a muchos otros países para condenar las atrocidades contra la minoría musulmana.
Y la Organización No Gubernamental (ONG) pro-derechos humanos, Human Rights Watch, (HRW, por sus siglas en inglés) ha acusado a las fuerzas birmanas de violar y cometer abusos sexuales contra mujeres y niñas Rohingya, durante sus operaciones en el estado de Rajine a finales de 2016.
Pero el Gobierno birmano continúa en "un estado de negación" respecto a las "atrocidades" que está llevando a cabo su Ejército.
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