• Cuerpos sin vida de refugiados musulmanes rohingyas en la costa de playa Inani, cerca del distrito bangladesí de Cox Bazar, 28 de septiembre de 2017.
Publicada: jueves, 28 de septiembre de 2017 16:16

Amnistía Internacional (AI) pidió al Consejo de Seguridad que imponga un embargo de armas contra Myanmar para detener la ‘limpieza étnica’ de los rohingyas.

La organización pro derechos humanos con sede en Londres (capital del Reino Unido) urgió, en un comunicado publicado el miércoles, al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) imponer “de inmediato” al Gobierno birmano “un embargo general de armas”.

Este embargo, enfatizó, debe incluir la transferencia, directa o indirecta, de todas las armas, municiones y equipo relacionado, así como la capacitación y asistencia al ejército de Myanmar (Birmania).

La directora del programa humanitario de la oenegé AI, Tirana Hasan, argumentó que su solicitud se funda en las acciones brutales de las fuerzas birmanas contra la minoría musulmana Rohingya en el estado de Rajine. 

“El ejército de Myanmar está desplazando a la fuerza y matando a rohingyas en una campaña de crímenes contra la humanidad que equivale a limpieza étnica”, aseveró la funcionaria de AI.

El ejército de Myanmar está desplazando a la fuerza y matando a rohingyas en una campaña de crímenes contra la humanidad que equivale a limpieza étnica”, aseveró Tirana Hasan, directora del programa humanitario de Amnistía Internacional.

 

AI hizo su demanda la víspera en que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) mantendrá (hoy jueves) una reunión abierta sobre la situación de los rohingyas en Myanmar. Al respecto, Hasan señaló que los Estados miembros de esta entidad “deben preguntarse a qué lado de la historia quieren estar”. 

“Esta crisis está lejos de haber terminado, y no hay duda de que las violaciones continúan sin cesar dentro del estado de Rajine. Más que nunca, el mundo necesita tomar una posición firme y presionar a Myanmar y sus fuerzas de seguridad a detener los horrores que infligen a los rohingyas”, recalcó.

Además, exigió que el CSNU emita una declaración pública de condena a las atrocidades que ocurren en Rajine y que allane el terreno para el acceso inmediato y sin restricciones de los grupos de ayuda humanitaria a los rohingyas.

El portavoz de la ONU, Stephane Dujarric, informó el martes que número de los refugiados rohingyas que huyeron a Bangladés por la represión del Ejército y extremistas budistas de Myanmar ha alcanzado las 700.000 personas.

Las fuerzas de seguridad de Myanmar atacan a los musulmanes rohingyas e incendian sus aldeas desde octubre de 2016 en un intento por expulsarlos del estado de Rajine (oeste) en medio del mutismo de la líder ‘de facto’ de Myanmar y Nobel de la Paz 1991, Aung San Suu Kyi.

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