El portavoz del Gobierno, Zaw Htay, informó el domingo que Myanmar no dialogará con la comunidad rohingya y rechaza establecer una tregua de 30 días, propuesta para aliviar una crisis que fue avivada desde hace casi dos semanas en el noroeste del país asiático.
Testigos oculares confirman que este lunes un grupo de extremistas budistas y militares del Ejército birmano atacó desde la 12:15 hasta la 17:35 (hora local) cuatros aldeas en el estado occidental de Rajine y como consecuencia unas 1500 casas de los rohingyas ardieron en llamas.
Joseph Tripura, portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados (ACNUR), ha informado que en las últimas dos semanas al menos 313.000 rohingyas ha huido de Myanmar.
Han estado difundiendo propaganda maliciosa llamando a los rohingyas ‘emigrantes ilegales de Bangladés’”, denunció el Ministerio de Exteriores bangladesí.
Los refugiados denuncian el genocidio de la minoría musulmana Rohingya y el incendio de sus casas por las fuerzas birmanas y aseguran que el objetivo principal de las agresiones es obligar a los musulmanes a salir de Rajine, donde miles de rohingyas se han quedado sin comida y refugio.
Myanmar, dominado por budistas, tiene a sus espaldas un largo historial de discriminación y persecución de los musulmanes. El Gobierno birmano niega la plena ciudadanía a los seguidores del Islam, a los que considera inmigrantes indocumentados bangladesíes, pese a que la comunidad internacional y grupos a favor de los derechos humanos rechazan tales argumentos, aseverando que esa minoría musulmana tiene raíces históricas en el territorio birmano.
Entre tanto, Bangladés acusó a Birmania de difundir “propaganda maliciosa” sobre la minoría musulmana rohingya.
“Han estado difundiendo propaganda maliciosa llamando a los rohingyas ‘emigrantes ilegales de Bangladés’”, denunció el Ministerio de Exteriores bangladesí en un comunicado publicado el domingo.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Raad al-Husein, ha arremetido hoy lunes contra el Gobierno birmano por rechazar el acceso de los investigadores (de la ONU) especializados en derechos humanos y ha considerado el trato que Myanmar da a los rohingyas como una ‘limpieza étnica’.
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