“Me comeré vuestros hígados, si queréis. Solo agregaré sal y vinagre, me los comeré frente a vosotros”, así de explícito se ha dirigido este miércoles Rodrigo Duterte a los integrantes del grupo radical Abu Sayyaf, una organización que ha jurado lealtad a la banda takfirí EIIL (Daesh, en árabe) y que opera en la isla sureña de Mindanao.
El mandatario filipino ha pronunciado estas severas palabras contra esta agrupación extremista después de que las autoridades filipinas descubrieran los cuerpos decapitados de dos marineros vietnamitas que habían sido secuestrados hacía ocho meses en el sur de Filipinas por integrantes de Abu Sayyaf.
Duterte también ha lanzado a los terroristas unas reflexivas preguntas: “¿Qué quieren demostrar con esas acciones? ¿Emplean el nombre de Alá en vano? Usan el nombre de Dios para matar a la gente”, según informa la cadena local GMA.
Me comeré vuestros hígados, si queréis. Solo agregaré sal y vinagre, me los comeré frente a vosotros”, así se ha dirigido el presidente filipino, Rodrigo Duterte, a los terroristas de Abu Sayyaf.
En relación a la decapitación de los marineros vietnamitas, la portavoz militar filipina, Jo-Ann Petinglay, ha dicho que este suceso es una medida desesperada por parte del grupo Abu Sayyaf al ver que no logra su objetivo, que no es otro que el de obtener ganancias a través de los secuestros.
Desde finales del mes de mayo, el Ejército filipino está inmerso en una operación antiterrorista para liberar la ciudad de Marawi, en la referida isla de Mindanao, de la presencia de los extremistas de Abu Sayyaf, que la ocuparon con el objetivo de separar esta zona, habitada por unas 200.000 personas, del resto de Filipinas y establecer allí una provincia y un califato del EIIL.
En este sentido, Duterte reconoció hace unos días que dicho operativo antiterrorista va a prolongarse en el tiempo, aunque aseguró que el éxito está garantizado, ya que las tropas filipinas van a acabar con los extremistas.
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