• Los inmigrantes rohingyas abandonados a la deriva cerca de Tailandia
Publicada: viernes, 29 de mayo de 2015 21:36

Un censo divulgado este viernes pone de relieve que el Gobierno de Myanmar (Birmania) excluye los datos de más de un millón musulmanes rohingyas.

En el norte del estado de Rakhine hay un importante segmento de la población, (casi 1.1 millones musulmanes rohingyas), que se ha quedado fuera del censo, después de enormes tensiones y demandas para autoidentificarse como rohingya, una petición que no ha sido permitida por las autoridades”.

“En el norte del estado de Rakhine hay un importante segmento de la población, (casi 1.1 millones musulmanes rohingyas), que se ha quedado fuera del censo, después de enormes tensiones y demandas para autoidentificarse como rohingya, una petición que no ha sido permitida por las autoridades”, ha destacado el consejero especial en Birmania para la Secretaría General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Vijay Nambiar.

El estudio elaborado con la ayuda del Fondo de las Naciones Unidas para la Población (UNFPA, por sus siglas en inglés) muestra que el Gobierno birmano deja a la minoría rohingya fuera de una lista de 135 grupos étnicos. Esto en opinión de diversos activistas se considera como una acción desactualizada e imprecisa.

La mayor sorpresa sobre los resultados preliminares fueron los datos divulgados el pasado agosto, que señalaban que la población del país asiático estaba entre 51.4 millones personas, casi nueve millones menos que las previas estimaciones.

El concejero especial en Birmania para la Secretaría General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Vijay Nambiar

 

Aun cuando los observadores han elogiado la realización de tales censos- cuyos costos ascendieron a 50 millones de dólares – como un indicador socioeconómico importante, han reiterado que dejar a los musulmanes rohingyas fuera de la lista es un signo de que Myanmar no reconoce la ciudadanía de dicha minoría.

“La exclusión de los rohingyas del censo es una capitulación inaceptable por la comunidad internacional para las políticas marcadamente racistas y represivas del Gobierno de Birmania”, ha declarado el investigador del Observatorio de los Derechos Humanos (HRW, por sus siglas en inglés) para Myanmar, David Mathieson.

Ante esas posturas racistas, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) abordó el jueves por primera vez la situación de los derechos humanos en Myanmar, en particular de los musulmanes rohingyas.

En respuesta, Birmania como siempre ha rechazado la demanda de la ONU de reconocer la ciudadanía de los rohingyas.

“No aceptamos el termino (Rohingya) aquí”, aseveró hace unos días el director de la oficina presidencial, Zaw Htay.

Un grupo de los inmigrantes rohingyas

 

La mayoría de los 1.1 millones de los rohingyas es apátrida y vive en unas condiciones inhumanas en Rakhine. Cerca de 140 mil fueron desplazados por los enfrentamientos mortales registrados con mayoría budistas.     

Desde el año 2012, los rohingyas que viven en Myanmar son blanco de constantes ataques de budistas extremistas. La ONU considera, de hecho, que es la minoría “más oprimida” del mundo.

El pasado 10 de mayo, los responsables de inmigración indonesios anunciaron que unos 500 musulmanes rohingyas se han refugiado en Indonesia.

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