El diario local Haaretz ha informado este miércoles de la existencia de un audio grabado del exsecretario del gabinete Tzachi Braverman en que confiesa, antes de presentar su renuncia, que saqueó los documentos de la caja fuerte, se los entregó a su adjunto y le dijo que “inmediatamente los rompiera en pedazos”, y él lo hizo.
Tras haber sido publicado el archivo del audio, el partido Likud, liderado por Benjamín Netanyahu, reaccionó rápidamente al informe y lo calificó de “falso”.
Likud ha insistido en que Braverman estaba hablando de sus documentos personales, no de documentos relacionados con la oficina del ex primer ministro.
Con fecha anterior, Haaretz citando a algunos empleados de la oficina de Netanyahu, indicó que él había ordenado la destrucción de unos documentos no identificados.
El informe apostilló que los casilleros se encontraban en habitaciones a las que nadie más que el expremier y sus principales ayudantes tenían acceso.
Agregó que lo que sucedió en la oficina de Netanyahu fue completamente inusual y que todos los documentos personales, incluidos los horarios, deberían permanecer en los archivos y que el actual primer ministro debería tener acceso limitado a ellos.
Esta no fue la primera vez que Netanyahu manipulaba documentos. En 1999, unas semanas antes de que Ehud Barak ganara las elecciones, él eliminó ilegalmente documentos secretos, algunos de los cuales estaban clasificados como alto secreto.
El informe se produjo cuando Netanyahu, después de dejar el cargo, se negó a mantener un intercambio de puntos de vista con Naftali Bennett y solo se reunió con él durante media hora. Fuentes conocedoras del asunto afirmaron que en este encuentro solo se planteó una cuestión de seguridad y otras políticas, y Netanyahu no habló con Bennett tras esta cita.
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