“Creo que ahora es el momento de aplicar la máxima presión sobre Irán y asegurarnos de que su programa nuclear no vaya a ninguna parte”, dijo el martes el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en una conferencia de prensa conjunta con el presidente de Francia, Emmanual Macron, en París, capital gala.
Para argumentar su postura, el premier israelí repitió sus declaraciones antiraníes del 31 de abril, cuando presentó lo que dio en llamar “archivos secretos nucleares”, que constituían, a su juicio, “pruebas concluyentes” de que Teherán ha mentido sobre la naturaleza pacífica de su programa nuclear y que está desarrollando “armas nucleares”, acusación rechazada firmemente por las autoridades iraníes.
Tanto antes como después de que Irán y el entonces Grupo 5+1 (EE.UU., EL Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania) alcanzaran el acuerdo nuclear, Netanyahu se opuso al convenio, así que acogió con satisfacción la decisión de Washington de retirarse.
En esta misma línea, Netanyahu, en sus declaraciones del martes, alabó las sanciones impuestas por EE.UU. a Irán. “El peso de las fuerzas económicas acabará con él”, dijo refiriéndose al pacto nuclear.
El presidente francés, sin embargo, reiteró que París continuará trabajando con el acuerdo existente, que se conoce de forma formal como Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés).
“Invito a todo el mundo a estabilizar la situación y a no ceder a esta escalada porque solo conduciría a una cosa, el conflicto”, enfatizó Macron.
Netanyahu ha fracasado en su intento para que los países europeos firmantes del acuerdo nuclear abandonen el pacto o firmen un nuevo. De hecho, el lunes la canciller de Alemania, Angela Merkel, aseguró que el convenio ha ayudado a proporcionar “más transparencia” al programa nuclear iraní.
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