“Las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) reafirman su conformidad con la tregua humanitaria propuesta por los países del ‘Cuarteto’ (…) con el fin de paliar las catastróficas consecuencias humanitarias de la guerra y reforzar la protección de la población civil”, ha informado este jueves el grupo paramilitar mediante un comunicado en las redes sociales.
El anuncio se produce a casi dos semanas después de que las FAR tomaran el control de la ciudad de Al-Fashir, azotada por la hambruna, arrebatando el último bastión del Ejército sudanés en la vasta región occidental de Darfur.
Desde el abril 2023, las Fuerzas de Apoyo Rápido, comandadas por el general Mohamed Hamdan Dagalo, conocido como Hemedti, han mantenido un conflicto brutal con las fuerzas armadas sudanesas. Desde entonces, los combates han devastado ciudades en todo el país, desplazando a millones de personas y dejando regiones enteras en ruinas.
Según estimaciones de Naciones Unidas (ONU) y fuentes locales, la caída de El Fasher ocurre después de meses de asedio y combates intensos. El conflicto entre las FAR y las fuerzas armadas sudanesas ya ha dejado alrededor de 20 000 muertos y 15 millones de desplazados, constituyendo una de las mayores crisis de desplazamiento en el mundo actual.
Ante esta coyuntura, las agencias humanitarias advierten que estos eventos podrían convertirse en uno de los episodios más letales de la guerra civil sudanesa, aumentando el riesgo de una catástrofe humanitaria de proporciones mayores en un país al borde de la hambruna.
También, la Fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI) señaló que los actos cometidos en Al Fasher podrían tratarse de crímenes de guerra y lesa humanidad, expresando su “profunda alarma” y su “más sincera preocupación”.
Por su parte, Irán condenó la violencia desenfrenada y la masacre de civiles en Sudán, y reitera su continuo apoyo a la soberanía y la integridad territorial del país africano.
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