El portavoz de la Policía local, Seyed Sarvar Huseini, ha anunciado este martes que, desde el inicio de los ataques de Talibán a la ciudad de Kunduz, 103 insurgentes han perdido la vida: 83 han muerto este mismo martes bajo el fuego de la artillería afgana y los bombardeos del Ejército.
Asimismo, las tropas afganas han destruido 15 vehículos militares utilizados por los talibanes para trasladar armas y munición: dichos vehículos cayeron en manos del grupo después de que las fuerzas afganas perdieran el control de la ciudad.
Por su parte, el portavoz del Ministerio de Sanidad afgano, Wahidullah Mayar, informa de la muerte de seis civiles y agrega que otras 193 personas han resultado heridas, la mayoría civiles.
Ghani: La situación está bajo control
El presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, asegura, no obstante, que la situación en Kunduz está bajo control y que ya han liberado varios edificios gubernamentales.

Tras denunciar que los talibanes utilizan a los civiles como escudos humanos, Ghani insiste en que los ataques contra Talibán en ningún caso deben poner en peligro vidas civiles.
¿Por qué cayó Kunduz?
El ministro afgano de Defensa, Masoum Stanikzai, sobre la caída de Kunduz, argumenta que gran número de talibanes se infiltró en Kunduz durante Eid al-Adha (la gran fiesta musulmana del Sacrificio) y esto facilitó la caída de la ciudad.
Stanikzai añade que "un gran número de combatientes foráneos de Asia central participaron en la operación" de Talibán para arrebatar el control de Kunduz.
El Ejército afgano ha lanzado este martes una amplia contraofensiva para recuperar Kunduz.
En 2001, Estados Unidos invadió el país asiático con el pretexto de combatir a los talibanes, pero, en la práctica, fracasó en su objetivo, pues la inseguridad, además del número de muertos civiles, no ha hecho sino crecer.
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