31 afganos chiíes de la etnia hazara fueron secuestrados el pasado 24 de febrero en la provincia de Zabul (sureste), según el subjefe del Ejecutivo de Afganistán, Mohamad Mohaqiq.
El hecho sucedió cuando integrantes de la comunidad hazara se dirigían en dos vehículos hacia Kabul, capital afgana.
Tras el incidente, las fuerzas de seguridad lanzaron una operación para encontrar a las víctimas, pero sus esfuerzos no han dado resultados hasta el momento.
Mohaqiq atribuyó el secuestro a dos exdirigentes del grupo Talibán Mulah Abdulá y su diputado Mullah Mansur Dadulah, quienes juraron lealtad al grupo takfirí Daesh.
El titular afgano denunció también que los secuestradores simplemente “cambiaron la bandera blanca” de Talibán por la bandera negra del EIIl.
Añadió que actualmente los hazara se han dividido en tres o cuatro grupos y habitan en diferentes regiones de la provincia montañosa.
Los hazara representan un 25 % de la población afgana y frecuentemente son objetivo de los ataques de extremistas tanto en Afganistán como en su vecino Paquistán.
Recientemente, la influencia de los grupos terroristas y takfiríes ha desatado preocupaciones en un inestable Afganistán, que incluso tras la invasión de EE.UU. y sus aliados (2001) so pretexto de la llamada lucha antiterrorista no ha logrado restaurar su seguridad.
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