Enfoque - Partido Popular, continuismo tras su congreso

Este fin de semana ha tenido lugar el 18º Congreso Nacional del Partido Popular, que ha servido para definir las líneas estratégicas que seguirá la formación en los próximos años.

Sin embargo, muchos hablan hoy de que en realidad ha sido el congreso para que su reelegido presidente, Mariano Rajoy, se desentendiera de todos los fieles al exlíder ‘popular’ José María Aznar, en una clara demostración de fuerza. Será recordado también este cónclave por los reproches sobre la acumulación de cargos, un asunto en el que la número dos del partido, María Dolores de Cospedal, ha estado en el centro de todas las miradas.

De lo que poco o nada se ha hablado en esta reunión ha sido de corrupción, algo que resulta paradójico porque precisamente la exministra de Sanidad en el anterior Gobierno de Rajoy, Ana Mato, y el PP se sientan hoy ante el tribunal por haberse lucrado con el caso Gürtel. Sus comparecencias de este lunes se producen después de conocerse la primera sentencia judicial de esta trama: los cabecillas han sido condenados a penas de entre 12 y 13 años de cárcel.

Para Patricia López, periodista, “el problema es que es un partido dictatorial, donde no han escuchado a las bases”.

Rocío Monasterio, analista de política, cree que “lo que se ha constatado es que en el PP no hay ideas. Se han evitado temas de debate y los han dejado abiertos para llevar a la deriva la política actual. No hay identidad”.

Fernando González, historiador y analista político, considera que “ha existido debate interno, se han producido enmiendas y se contrapone a la imagen de división que dejan ver otros partidos como Podemos y PSOE”

Javier Arias-Borque, periodista, opina que “cuando un partido está en el gobierno es difícil que alguien (en sus filas) le lleve la contraria. Se ha constatado una figura de unidad”.

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