Mohamed al-Farah, alto miembro de la Oficina Política de Ansarolá, destacó en un mensaje publicado en la red social X que “la respuesta del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) al plan de alto el fuego del presidente estadounidense refleja un esfuerzo serio por detener la agresión, levantar el bloqueo, facilitar el intercambio de prisioneros y mantener la unidad del pueblo palestino”.
“La postura de HAMAS es realista, aplicable y flexible, demostrando la disposición del movimiento para aceptar soluciones políticas que contribuyan a la resolución del conflicto”, expresó.
En este sentido, Al-Farah advirtió que, “cualquier escalada del conflicto en Gaza representa la continuación del genocidio y el hambre del pueblo palestino, responsabilizando a Estados Unidos y al régimen israelí por estas acciones”.
Criticando el papel de la Administración de Trump en el plan, señaló que “el presidente estadounidense, siendo un socio principal en la agresión contra Gaza, no puede presentarse como mediador” remachando que ningún mediador verdadero amenaza con la destrucción a la parte contraria, ni impone sus demandas a través del lenguaje bélico.
“En lugar de buscar la paz, Trump busca imponer una rendición incondicional, lo que cuestiona completamente la imparcialidad de Washington”, criticó al respecto.
Al- Farah remarcó que, hoy, el pueblo palestino se enfrenta a dos opciones: “resistir con dignidad para defender sus derechos legítimos” o “aceptar un plan que implique la pérdida de tierras, libertad y vida”.
Por su parte, el miembro del Consejo Político Supremo de Yemen, Mohammad Ali al-Houthi, escribió en la red social X que “Trump no es mediador, sino parte de la agresión contra Gaza y actúa claramente al servicio del régimen israelí”.
“La paz no se construye bajo amenaza y un verdadero hombre de paz es quien escucha con valentía a la contraparte y acerca soluciones justas”, enfatizó al denunciar que “las amenazas de Trump constituyen una especie de chantaje para imponer las demandas de un régimen cuyo primer ministro, Benjamín Netanyahu, ha declarado abiertamente que los objetivos del plan de Trump coinciden con los intereses de Israel”.
El movimiento HAMAS, en un comunicado oficial emitido el viernes, expresó su acuerdo con ciertos puntos del plan de alto el fuego de Trump y solicitó iniciar negociaciones sobre los detalles del mismo. Esta postura fue recibida favorablemente por algunos actores regionales, incluidos Egipto, Catar y Ansarolá yemení, aumentando las expectativas de detener la guerra y comenzar el proceso de reconstrucción en Gaza.
El lunes, Trump presentó un plan de 20 puntos destinado a poner fin a los enfrentamientos en Gaza tras haberse reunido con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. El mandatario lo calificó de “día histórico para la paz”, en caso de que HAMAS acepte los términos del intercambio. La propuesta ha generado reacciones cautelosas entre los líderes europeos, quienes han expresado dudas en torno a la soberanía palestina, el papel de un eventual gobierno transitorio y las garantías para aplicar sus disposiciones.
No obstante, las organizaciones internacionales de derechos humanos han enfatizado que el plan de Trump se centra más en el desarme de Gaza que en garantizar la seguridad de los civiles. Según un informe de la ONG Human Rights Watch (HRW), cualquier proceso de reconstrucción o alto el fuego que no incluya el levantamiento del bloqueo y garantías de libertad de movimiento solo conducirá a la continuación de la crisis humanitaria.
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