La agencia británica Reuters ha informado que el incidente tuvo lugar a las fueras de una prisión central en la ciudad portuaria y en un área vacía. Las imágenes publicadas en las redes sociales muestran una columna de humo que parecía elevarse desde el exterior de la prisión.
Según los residentes, la explosión ha provocado daños materiales, pero no hubo informes inmediatos sobre las posibles víctimas mortales.
La explosión se produce después de que al menos dos explosiones se produjeran en el aeropuerto yemení de la ciudad de Adén el pasado 30 de diciembre, causando al menos 25 muertos y 110 heridos.
El incidente tuvo lugar en el momento en que aterrizaba un avión que transportaba al gobierno autoproclamado yemení, respaldado por Arabia Saudí, procedente de Riad.
Conforme a Muhamad al-Bujaiti, miembro del Consejo Político del movimiento popular yemení Ansarolá, el incidente fue el resultado de un ajuste de cuentas entre los separatistas del sur de Yemen, apoyados por los Emiratos Árabes Unidos, y los leales al expresidente fugitivo yemení Abdu Rabu Mansur Hadi, respldados por Arabia Saudí.
Los separatistas quieren la independencia del sur de Yemen, mientras que los prosaudíes buscan restaurar a Hadi en el poder, a pesar de que ambos bandos crearon una alianza para lanzar una brutal ofensiva contra el pueblo yemení.
Desde el comienzo de la agresión saudí, unos 17 000 civiles yemeníes han perdido la vida, de los cuales una quinta parte eran niños, de acuerdo con un informe reciente del Ministerio yemení de Derechos Humanos.
No obstante, transcurridos más de cinco años del inicio de la agresión saudí contra Yemen, el país más pobre del mundo árabe no solo no ha cedido a la voluntad de Riad y sus aliados, sino que ha cosechado logros importantes en el campo militar, lo que le ha capacitado para cambiar el equilibrio del poder a su favor.
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