Según ha comunicado el portavoz del Ejército yemení, el general Yahya Sari, la unidad aérea, respaldada por el movimiento popular Ansarolá, ha lanzado la madrugada de este miércoles otra operación de gran escala contra el aeropuerto internacional de Abha, ubicado en la ciudad de nombre homónimo, capital de la provincia fronteriza de Asir.
De acuerdo con el general yemení, los ataques llevados a cabo por aviones no tripulados (drones) modelo Qasef 2-K, de fabricación nacional, han alcanzado sus objetivos con alta precisión, puesto que han logrado destruir varios puntos vitales.
Además, ha reiterado que esta operación es una “respuesta a la escalada de agresiones, los crímenes y el continuo asedio” que han perpetrado el régimen saudí y sus socios regionales contra Yemen, el país más pobre del mundo árabe.
En este contexto, un diario saudí ha confirmado que el Centro de Operaciones de la llamada coalición ordenó la directiva para detener el tráfico aéreo en el aeropuerto de Abha tras el ataque yemení. La noticia, no obstante, desapareció más tarde del sitio web y la página de Twitter del diario saudí.
El nuevo ataque se considera el tercero en su tipo en menos de una semana; el anterior se realizó con los avanzados drones Samad-3, de fabricación nacional, que impactó directamente puntos sensibles y vitales del aeropuerto de Abha y causó la interrupción del tráfico aéreo saudí durante varias horas.
Esta ofensiva también se produce horas después de que los aviones de la llamada coalición liderada por Arabia Saudí han bombardeado varias zonas de la provincia yemení de Marib (centro), dejando víctimas mortales y grandes daños materiales, conforme detalla la cadena yemení Al Masirah.
Las propias autoridades saudíes ya han reconocido la incapacidad de los sistemas de defensa antimisiles Patriot, de fabricación estadounidense, para responder a los ataques yemeníes.
Las fuerzas yemeníes han amenazado con recrudecer las ofensivas de represalia contra el régimen saudí y sus aliados por la masacre de civiles yemeníes, y advierte de que sus drones y misiles pueden alcanzar “objetivos estratégicos” en pleno corazón de Arabia Saudí.
De hecho, los constantes ataques de represalia yemeníes han puesto bajo presión al régimen agresor de Arabia Saudí, que compra millones de dólares en armas y equipamientos militares a ciertos países occidentales, como Estados Unidos, el Reino Unido y Francia.
myd/ktg/mnz/mkh