El presidente del Comité Supremo Revolucionario yemení, Muhamad Ali al-Houthi, ha condenado que el Gobierno estadounidense, presidido por Donald Trump, se opone a la paz en Yemen y por ello obstaculiza el fin de la guerra en el país más pobre del mundo árabe.
“Si bien las fuerzas yemeníes luchan para defenderse, dan la bienvenida a cualquier diálogo que busque poner fin a la guerra, pero la guerra solo se acabará cuando EE.UU., Israel, el Reino Unido y Francia dejan de apoyar a los agresores”, precisa Al-Houthi.
Aludiendo a la reciente propuesta de paz de Ansarolá a la monarquía saudí, ha dejado claro que si Riad sigue con sus agresiones, las fuerzas yemeníes le asestarán golpes aún más duros.
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Si bien las fuerzas yemeníes luchan para defenderse, dan la bienvenida a cualquier diálogo que busque poner fin a la guerra, pero la guerra solo se acabará cuando EE.UU., Israel, el Reino Unido y Francia dejan de apoyar a los agresores”, señala el presidente del Comité Supremo Revolucionario yemení, Muhamad Ali al-Houth.
El 20 de septiembre, el presidente del Consejo Político Supremo de Yemen, Mahdi al-Mashat, anunció que Ansarolá dejaría de atacar a los saudíes con misiles y aviones no tripulados (drones), si la parte saudí detenía sus bombardeos.
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No obstante, el régimen de Riad hasta ahora no ha cesado sus ataques a Yemen, que han dejado desde el inicio de la agresión, en 2015, unos 140 000 civiles muertos y heridos, la mayoría niños y mujeres.
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Ansarolá ha ofrecido un alto el fuego aun cuando los incesantes ataques de represalia yemeníes, efectuados con drones y misiles de fabricación propia, han puesto en jaque al régimen agresor de Arabia Saudí, que cuenta con el apoyo de Washington y de diferentes países europeos.
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