• Foto ilustrativa del dron yemení modelo Qasif 2K.
Publicada: lunes, 8 de julio de 2019 23:11

Drones yemeníes atacan de nuevo el aeropuerto saudí de Abha, y esta vez también bombardearon la planta de energía eléctrica Tahama, en la misma ciudad.

Ejército yemení, con el apoyo del movimiento popular Ansarolá, ha llevado a cabo la noche de este lunes ataques con aviones no tripulados Qasif 2K contra la central eléctrica de Tahama y el aeropuerto internacional de la ciudad saudí, ambas instalaciones situadas en Abha, sur de Arabia Saudí, ha informado el canal yemení Al-Masirah.

Un portavoz de Ansarolá ha indicado que el ataque con aviones no tripulados (UAV, por sus siglas en inglés) estuvo dirigido contra los hangares militares saudíes en el aeródromo de Abha.

Esta ofensiva es la más reciente de una serie de ataques de las fuerzas yemeníes contra los aeropuertos saudíes de Jizan y Abha, en respuesta por las constantes agresiones y el bloqueo de la coalición que dirige Riad contra el pueblo de Yemen.

Aunque los informes iniciales han precisado que el tráfico entrante hacia el aeropuerto estaba reteniendo, el canal saudí Al-Arabiya ha alegado que las operaciones aéreas se reanudaron, tras haber interceptado el dron yemení.

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Las fuerzas yemeníes han puesto en la mira centros militares y aeropuertos saudíes, cumpliendo así la advertencia de que acontecerían “grandes sorpresas” en las próximas jornadas, si los gobernantes saudíes y sus aliados no cesaban de inmediato los bombardeos y el bloqueo naval y aéreo contra Yemen, que afectan en particular a la población civil.

En concreto y según informó el martes, el portavoz del Ejército de Yemen, el general de brigada Yahya Sari, la Aviación ha lanzado, en los meses de mayo y junio, un total de 36 ataques con drones contra posiciones militares y aeropuertos de Arabia Saudí.

Esto mientras la agresión saudí, iniciada en marzo de 2015, ha causado más de 91 000 muertes en Yemen. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) calcula que, si la guerra no se detiene, la cifra de víctimas mortales podría llegar a situarse en 500 000 para finales del año 2020.

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